El Parlamento Europeo ha prohibido las afirmaciones medioambientales engañosas o falsas, lo que se conoce como greenwashing, incluyendo las que se refieren al bienestar animal, en los productos que se comercializan en la Unión Europea. Así se refleja en el documento "Empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica", donde se recogen las modificaciones aprobadas por los eurodiputados a la directiva 2005/29/CE sobre las prácticas comerciales desleales.
En el documento se introducen para proteger a los consumidores normas específicas en la legislación europea para hacer frente a prácticas comerciales que inducen a error a los consumidores mediante greenwashing, etiquetas de sostenibilidad o herramientas de información sobre sostenibilidad no transparentes, no certificadas y no creíbles.
Para que toda la información a los consumidores sobre la "sostenibilidad social" de los productos sea veraz, incluyendo el bienestar animal, se introduce la prohibición de "declaraciones ambientales genéricas" que no estén acreditadas con pruebas de veracidad. De igual modo, se exige también la veracidad de la sostenibilidad social declarada a las actividades de los operadores profesionales y no solo a las productos de las empresas.
En el documento se ponen ejemplos de esas alegaciones medioambientales genéricas, como
También señala otras declaraciones más amplias, como "consciente" o "responsable", que sugieren un comportamiento medioambiental excelente o crean esa impresión.
La prohibición de utilizar tales expresiones genéricas se aplica cuando no se ha demostrado la excelencia efectiva del desempeño ambiental/social declarado o cuando no hay evidencia científica que lo respalde. Asimismo, la prohibición también se aplica cuando la declaración no se proporciona en términos claros y obvios en el anuncio, en el empaquetado del producto o en la interfaz de ventas online.
Sigue estando permitido que las empresas anuncien sus inversiones en iniciativas medioambientales siempre que dicha publicidad no vaya tan lejos como para afirmar que dichas inversiones neutralizan o incluso hacen que el impacto del producto en el medio ambiente sea positivo.