Natalia Majó es la directora del Programa de Salud Animal del IRTA-CreSA, y recientemente participó en las III Jornadas One Health organizadas por Boehringer Ingelheim. Allí señaló cuál son los principales retos a los que se enfrenta actualmente el enfoque integral de Una Sola Salud.
"Yo creo que los principales desafíos son llevar realmente el One Health a la práctica", comenta Natalia Majó. "El concepto One Health comienza a conocerse, y por supuesto en el ámbito veterinario, y también en el ámbito de la salud humana, se sabe la importancia de trabajar de forma integrada. Ahora, lo que necesitamos es ponerlo en práctica". Para lograrlo, la investigadora apunta que "es necesario crear estructuras que nos permitan trabajar conjuntamente: en la actualidad la salud pública, la salud animal y la salud medioambiental están muy compartimentalizadas, tanto a nivel de departamentos como de ministerios". Por ello, una posible aproximación sería "crear un ente conjunto que permita a profesionales de estos tres ámbitos trabajar en colaboración para abordar problemas concretos".
La directora del Programa de Salud Animal del IRTA-CreSA señala que los programas de vigilancia y monitorización de patógenos emergentes o que estén circulando "son fundamentales para detectar precozmente y controlar enfermedades y zoonosis". Sin embargo, sigue faltando comunicación, "y muchas veces lo que sucede en el ámbito de la salud animal es desconocido en el ámbito de la salud humana". Por ello insiste en que "debería haber programas conjuntos para algunas enfermedades, en los cuales intervengan diferentes profesionales".
Natalia Majó recuerda algunos campos en los que el IRTA-CreSA trabaja en este sentido: "Estamos trabajando desde hace muchos años en enfermedades vectoriales, como la fiebre del Nilo occidental. También estamos trabajando en gripe aviar, que actualmente es una enfermedad que afecta a aves silvestres y de corral en toda Europa, y también ha habido casos en mamíferos, aunque afortunadamente no en humanos en Europa. También estamos trabajando en otras enfermedades relevantes para la salud pública, como la tuberculosis, las encefalopatías espongiformes y la resistencia a los antimicrobianos".