Desde hace algunos años, y especialmente desde la pandemia de la COVID-19, la conservación del medioambiente no se entiende si no se abordan los servicios ecosistémicos y la estrecha conexión entre la salud humana, animal y ambiental a través del enfoque One Health (“Una Sola Salud”). Los servicios ecosistémicos son los múltiples beneficios que los ecosistemas aportan a la sociedad y que mejoran la salud y la calidad de vida de las personas. Así, los servicios ecosistémicos hacen posible la vida humana, por ejemplo, al proporcionar alimentos y agua limpia, al regular las enfermedades y el clima, al favorecer la polinización de los cultivos y la formación de suelos o al producir y conservar la biodiversidad.
Entre los múltiples servicios ecosistémicos destaca la inmunidad del paisaje, que hace referencia a la capacidad que tiene la biodiversidad para prevenir desórdenes en las comunidades de patógenos, de modo que mantener paisajes sanos, naturales y biodiversos proporciona inmunidad ante la ocurrencia y aparición de enfermedades que podrían convertirse en pandemias con efectos devastadores para el ser humano (como la recientemente derivada de la COVID-19), el ganado (como la peste porcina africana) y la fauna silvestre (como la enfermedad hemorrágica vírica del conejo). A pesar de su importancia, la inmunidad de paisaje es uno de los servicios ecosistémicos menos explorados por la ciencia.
Aquí es donde entra en juego el Proyecto LANDINM, acrónimo de “Landscape Immunity”, que pretende comprender como los cambios en los usos de suelo modulan las comunidades de hospedadores y agentes patógenos y el riesgo de que algunos emerjan como causantes de graves problemas de salud, generando herramientas para la toma de decisiones de gestión ecosistémica que aseguren que los cambios no resulten en riesgos para la salud.
El Proyecto LANDINM es una propuesta innovadora y ambiciosa que sentará las bases de conocimiento para mejorar la salud ecosistémica en ambientes mediterráneos, y que es una realidad gracias a un consorcio coordinado formado por investigadores e investigadoras del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) y del Grupo de investigación en Sanidad Animal y Zoonosis (GISAZ) de la Universidad de Córdoba (UCO) y la Unidad de investigación Competitiva en Zoonosis y Enfermedades Emergentes (ENZOEM).
El equipo está formado por ecólogos, entomólogos, epidemiólogos, inmunopatólogos, veterinarios y biólogos moleculares con amplia experiencia en el campo de la salud de los ecosistemas naturales, la fauna silvestre, la bioseguridad y la transmisión de agentes infecciosos en la interfaz fauna silvestre-ganadería-humano. A este personal de investigación del Grupo SaBio del IREC y del GISAZ hay que sumar al personal investigador en formación de ambas instituciones, y que incluye investigadores predoctorales y estudiantes de Grado y Máster.
El Proyecto LANDINM comenzó su andadura en diciembre de 2022 y a lo largo de los últimos 8 meses ha avanzado una buena parte del trabajo de campo necesario para la toma de datos y muestras que darán cumplimento a sus cuatro objetivos fundamentales:
El Proyecto LANDINM es un proyecto del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023 en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Pueden consultarse todos los detalles del proyecto y sus novedades a través de su página específica en la web del IREC.