Los profesionales de la veterinaria son los profesionales del ámbito sanitario con el riesgo más alto de cometer suicidio: es 1,6 veces superior al de la población general y, en el caso de las mujeres, 2,4 veces, según diferentes estudios internacionales. ¿Cuáles son los colectivos más afectados dentro de los veterinarios y por qué?
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña (CCVC) ha hablado con Toni Calvo, psicólogo y director de la Fundación Galatea, cuyo objetivo es velar por la salud de los profesionales sanitarios y colabora desde 2011 con el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB) y desde 2022 con el CCVC. La colaboración entre estos organismos se lleva a cabo en el marco del programa Assís, un proyecto que ofrece asistencia confidencial y gratuita en materia de salud mental a los profesionales veterinarios colegiados y desarrolla acciones de investigación y prevención. Desde su puesta en marcha, el programa Assís ha atendido ochenta casos de problemas de salud mental, de los cuales, al 31 de diciembre de 2022, seguían activos 27.
Los principales motivos que explican los problemas de salud mental de los profesionales veterinarios son, según la Fundación Galatea:
Es precisamente por llevar este doble sombrero que, según el director de la Fundación Galatea, “dentro del propio colectivo veterinario ha habido resistencia a pedir ayuda”. ¿El motivo? “Frente a un problema de salud mental que han ido descuidando, llega un momento en que necesitan parar y ponerse en tratamiento; es entonces cuando aparece el dilema de si cerrar o no la clínica, porque cerrarla significa no tener ingresos”, afirma Calvo. “Esto ha hecho que los veterinarios hayan ido dilatando la situación y buscando soluciones por sí mismos”, comenta. En este contexto, Calvo recuerda el lema de los profesionales sanitarios: “Cuidarse no es una opción, es un imperativo ético y deontológico”.