La resistencia a los antimicrobianos (RAM) se ha convertido en una preocupación creciente en la comunidad médica y veterinaria en todo el mundo. Esta problemática amenaza la salud de los seres humanos, animales y nuestro entorno compartido. En este contexto, la comunidad veterinaria está dando pasos significativos para abordar este desafío global y garantizar un futuro saludable para todos.
En los últimos años, la comunidad internacional ha realizado importantes compromisos para abordar la RAM, uno de los cuales es eliminar gradualmente el uso de antimicrobianos como promotores del crecimiento en animales sanos. Esto se ha convertido en una prioridad para las autoridades veterinarias y la industria animal.
A pesar de los avances en la concienciación sobre la RAM, se ha identificado que alrededor del 20% de los veterinarios todavía informan el uso de antimicrobianos para promover el crecimiento en animales. Además, se estima que aproximadamente el 76% de estos casos no han realizado un análisis de riesgos preliminar antes de su administración, lo que es preocupante en términos de propagación de la RAM.
En un esfuerzo por abordar esta problemática, la Organización Mundial de la Salud Animal (OMSA) ha instado a sus miembros a restringir el uso de antimicrobianos exclusivamente a fines médicos veterinarios. Esto implica que los antimicrobianos solo deben utilizarse para el tratamiento, control y, cuando sea necesario, la prevención de enfermedades infecciosas en los animales.
El llamado de la OMSA ha sido respaldado por la mayoría de los veterinarios y autoridades sanitarias en todo el mundo. Sin embargo, todavía queda trabajo por hacer, ya que al menos el 11 % de los miembros de OMSA siguen utilizando antimicrobianos de alta prioridad para la medicina humana como promotores del crecimiento en animales.
En última instancia, la comunidad veterinaria desempeña un papel crucial en la lucha contra la RAM, que amenaza la salud de humanos, animales y plantas. Los veterinarios de todo el mundo están comprometidos en garantizar un futuro saludable, tomando medidas para reducir el uso inapropiado de antimicrobianos y promoviendo prácticas sostenibles en la industria animal.
Con un compromiso continuo de veterinarios y autoridades, podemos esperar un futuro en el que la resistencia a los antimicrobianos sea una preocupación menor y la salud de todos esté mejor protegida.