El Sindicato de Veterinarios de Castilla y León (Sivecal-USCAL) ha trasladado a todos los grupos parlamentarios de las Cortes de Castilla y León una serie de consideraciones con los impactos negativos que a medio plazo tendrá la modificación de la Ley 6/1994, de 19 de mayo, de Sanidad Animal de Castilla y León, que previsiblemente se hará en el Pleno de las Cortes de Castilla y León del 14 de junio.
Del mismo modo, el sindicato les ha informado del complejo compendio normativo que afecta a los saneamientos ganaderos, añadiendo numerosos documentos de trabajo, recomendaciones y manuales de procedimiento además de controles y auditorías de todos los agentes implicados, recordándoles que la ejecución de las campañas de saneamiento es un simple acto de diagnóstico y sacrificio de animales positivos a la tuberculosis bovina, sino que comprende una serie de criterios legales, técnicos, epidemiológicos y procedimentales que garantizan la obtención y mantenimiento de los estatus sanitarios que permiten el libre intercambio de animales y sus productos con garantías sanitarias en todo el territorio de la UE.
Asimismo, visualiza el primer escollo sobre su aplicabilidad, y no es otro que la independencia que debe regir en el proceso de diagnóstico. Este principio se rompe en el momento en el que el ganadero tenga libertad para elegir al veterinario que le resulte más oportuno, pues en ese momento el veterinario estará realizando un servicio a demanda del ganadero, independientemente de cómo se realice el pago de este servicio.
Por otra parte, señalan, el sistema no garantiza la universalidad de las medidas, esto es, que todos los ganaderos tengan acceso a las pruebas necesarias y obligatorias para el mantenimiento de sus calificaciones sanitarias, ya que no se ha hecho una estimación de los veterinarios que van a habilitarse para tal fin, que según adelantan desde Sivecal-USCAL será insuficiente para los actos clínicos que son necesarios, y que hasta ahora se han realizado con la colaboración de una empresa adjudicataria externa.
Por ello, el Sindicato de Veterinarios de Castilla y León pronostica que es fácil imaginar que los puntos críticos descritos y otros muchos no tengan otro resultado que una rebaja en la calidad y credibilidad de los servicios realizados si se liberalizan las campañas de saneamiento, que redundará en escasa garantía sanitaria de los productos de cara a la comercialización de los mismos y desconfianza del sector a la hora de adquirirlos. "Desconocemos el alcance de las consecuencias económicas para este sector tan estratégico en nuestra Comunidad Autónoma, pero un análisis superficial arroja unas previsiones poco halagüeñas", dicen.
En opinión del sindicato, "la realidad será un aumento de las prevalencias, con su repercusión muy perniciosa, en sanidad animal, parte fundamental de la salud pública".
Por estas consideraciones, desde el Sindicato de Veterinarios de Castilla y León (Sivecal-USCAL) se ha solicitado a todos los grupos parlamentarios: