El lanzamiento del proyecto de especialización veterinaria presentado ayer por la Organización Colegial Veterinaria (OCV) marca un antes y un después en la estructuración de la profesión veterinaria en España. Este proyecto, promovido durante los últimos dos años, establece una escala formativa de tres niveles que organizará a los veterinarios según su formación y competencias, ofreciendo una vía clara de progreso para los profesionales del sector. El veterinario Antonio Cruz ha formado parte del comité que desarrolló esta iniciativa, y detalla la importancia de esta escala.
La nueva escala formativa divide a los veterinarios en tres niveles: graduados/licenciados, certificados y diplomados. El primer nivel está conformado por los veterinarios recién graduados, el segundo por aquellos que obtienen una certificación específica a través de un programa riguroso diseñado por universidades y aprobado por el Veterinary Continuing Education in Europe (VetCEE), y el tercer nivel incluye a los diplomados, quienes han completado una especialización europea, americana o británica.
“Es un avance bastante grande que, por primera vez, el Consejo General de Colegios Veterinarios de España haya promovido una estructura formativa que ofrece una vía clara de progreso para los veterinarios”, señala Antonio Cruz. Esta iniciativa es vista como un paso fundamental para armonizar la profesión con los estándares europeos y permitir que los veterinarios españoles avancen en sus carreras dentro de un marco regulado.
Además de beneficiar a los veterinarios, la nueva escala formativa ofrece ventajas significativas para la sociedad. Cruz destaca que esta estructura permitirá a los propietarios de animales elegir con mayor precisión al profesional adecuado para cada necesidad. “Este sistema permitirá a los propietarios de animales identificar mejor a qué profesional acudir según el problema que tengan sus mascotas”, explica. Además, la escala profesional contribuirá a una mayor cohesión y prestigio dentro de la profesión, lo que beneficiará tanto a los veterinarios como a sus pacientes.
Asimismo, esta ordenación será clave para evitar confusiones, ya que las denominaciones adecuadas son “graduado o licenciado veterinario”, “certificado OCV” en la especie correspondiente y “diplomado OCV” en la especialidad correspondiente. Esta terminología ha sido acordada por todas las partes involucradas en el desarrollo del proyecto.
Aunque el proyecto ya ha sido presentado, Cruz admite que aún queda trabajo por hacer. "Este es solo el comienzo de un proceso más arduo”, afirma. Uno de los retos principales será el desarrollo completo de las formaciones, para lo cual se contará con la colaboración de las universidades. Además, Cruz destacó la importancia de que el Ministerio de Sanidad reconozca y apruebe la escala en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ya que la profesión veterinaria depende de su ordenación por tratarse de una profesión sanitaria.
Con la implementación de esta escala, España se une a otros países europeos que ya cuentan con una estructura profesional similar. "Esta organización estaba pendiente y era importante no retrasarla más”, comenta Cruz, resaltando que el proyecto servirá de modelo para otros países que aún no han estructurado su profesión de esta manera.
El proyecto de especialización ha sido bien acogido por la Asociación de Veterinarios Especialistas Diplomados de España (AVEDE), presidida por Antonio Cruz, que recuerda que han trabajado desde hace años para lograr el reconocimiento oficial de los veterinarios diplomados en España. "El reconocimiento de los diplomados europeos, americanos y RCVS dentro del máximo nivel en la escala profesional era necesario para otorgarles el lugar que merecen en la profesión”, afirma Cruz. De este modo, el proyecto de especializacion veterinaria permitirá que los diplomados, hasta ahora no reconocidos en España, tengan un papel destacado en el sistema, lo que también servirá como modelo para otros países que aún no han adoptado una organización profesional similar.