Con la llegada de la temporada de gripe, la Unión Europea (UE) ha emitido nuevas recomendaciones para sus Estados miembros con el objetivo de mejorar la vigilancia y detección temprana de la influenza zoonótica en humanos. Este tipo de influenza, que puede transmitirse de animales a personas, sigue siendo una preocupación relevante en el ámbito de la salud pública, especialmente tras la reciente detección de un caso de influenza aviar A (H5N1) en Misuri (EE. UU.). La presencia de sistemas de vigilancia es fundamental para identificar estos casos, que pueden surgir en el contexto de brotes en animales.
Las autoridades sanitarias europeas han subrayado la importancia de la sensibilización entre los trabajadores de la salud de atención primaria y secundaria. Se les insta a informar a sus pacientes sobre posibles síntomas de influenza zoonótica y a considerar el historial de exposición a animales, particularmente en áreas con brotes de influenza aviar en aves o mamíferos.
Entre las recomendaciones para los Estados miembros que lanza el European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) se encuentra el monitoreo de personas que hayan estado en contacto con animales infectados durante un periodo de 10 a 14 días. Aquellos que presenten síntomas deberán autoaislarse y someterse a pruebas de influenza de inmediato. Por otro lado, personas asintomáticas que hayan estado expuestas también podrán ser evaluadas caso por caso.
En entornos hospitalarios, se recomienda que los pacientes con síntomas respiratorios o signos de encefalitis sin causa aparente se sometan a pruebas de influenza A y, de ser positivo el resultado, a la subtipificación del virus. La UE también promueve la investigación de grupos de casos graves de infecciones respiratorias, sugiriendo pruebas específicas para influenza zoonótica cuando no se identifique una causa concreta.
La vigilancia de aguas residuales también emerge como una herramienta innovadora para monitorear la circulación de influenza aviar en áreas con brotes en animales. Actualmente, seis países han implementado vigilancia de aguas residuales para este propósito y otros han manifestado interés en sumarse a esta actividad, en consonancia con la práctica ya implementada en Estados Unidos. La vigilancia de aguas residuales permite la identificación temprana de la presencia del virus en áreas específicas, lo que complementa los sistemas de vigilancia tradicionales.
Las autoridades sanitarias de la UE continuarán ajustando estas recomendaciones conforme evolucione la situación epidemiológica, y se espera que se publiquen actualizaciones periódicas en los informes trimestrales de monitoreo de la influenza aviar elaborados por el ECDC y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).