El III Congreso Internacional de Sanidad y Bienestar Animal celebrado este fin de semana en San Lorenzo del Escorial reunió a destacados especialistas para abordar temas cruciales relacionados con la profesión veterinaria en todos sus aspectos. En la clausura del congreso, además, se destacaron conclusiones clave, como la necesidad de fortalecer la formación continua, mejorar la lucha contra las antibiorresistencias y fomentar la cooperación entre veterinarios, ganaderos y autoridades, subrayando la importancia de un enfoque integral para garantizar el bienestar y la sanidad animal.
La primera sesión de la mañana del viernes abordó el estado de la especialización profesional veterinaria en España, con la intervención de José Marín Sánchez Murillo, presidente del Colegios de Veterinarios de Badajoz y vocal de la OCV, quien recordó que se viene trabajando desde hace años en la educación de postgrado, y los pasos que ya se están dando dentro de titulaciones intermedias, con y sin el aval VetCEE, tendrán módulos teóricos y prácticos, siendo las de équidos y de pequeños animales las primeras en ponerse en marcha. “Hemos definido la estructura de los que será la profesión dentro de 15 o 20 años, con formación continuada y ejercicio al mismo tiempo”.
Por su parte, Ana María Catalán, del Cuerpo Nacional Veterinario y adscrita a la Dirección General de Derechos de los Animales, centró su ponencia en el reglamento de identificación y trazabilidad de perros y gatos de la UE, “donde el 44 por ciento de los ciudadanos tiene mascotas en casa, con 73 millones de perros, 84 millones de gatos y un volumen de negocio de 1,3 billones de euros”. Hizo referencia a aspectos relacionados con el alojamiento, cría y reproducción, alimentación, salud y temperatura, entre otros, así como la utilidad de contar con bases de datos interoperables entre países.
Bruno González Zorn, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense, puso de relieve la importancia de los veterinarios de pequeños animales en salud pública, “porque convivimos con nuestras mascotas en casa”, y se refirió al riesgo que representa en medicina el fenómeno de la resistencia a los antibióticos, “que causará la muerte a millones de personas en 2050 si continúa a este ritmo”. En todo caso, explicó que producción animal se ha registrado un descenso del 70 por ciento en los últimos años, gracias a la labor de los veterinarios.
Después, tuvo lugar una mesa redonda para abordar las consecuencias de la aplicación de la Ley de Bienestar Animal, aprobada en 2023. El director general de Derechos de los Animales, José Ramón Becerra, explicó que le balance de la norma debe hacerse tras varios años de vigencia, “y más cuando falta desarrollo reglamentario. En todo caso, se ha visto que circularon bulos relativos a la eutanasia o la esterilización que no responden a la realidad”.
Por su parte, Begoña Rodero, veterinaria municipal de Ceuta, explicó que uno de los principales fallos de la normativa estriba en otorgar competencias en bienestar animal a los ayuntamientos, “que carecen de medios y de personal, porque la mayoría no tienen veterinarios municipales”. También señaló que la ley llega muy tarde, “porque debió redactarse hace 15 años”, y se mostró partidaria de tratar la cuestión de los animales de compañía mediante planes de acción integrales, “dentro de una política preventiva y no reactiva, como se viene haciendo hasta ahora”.
La veterinaria Alexia Falcó, directora técnica de Tan Amigos, de Tarragona, aseguró que la ley “trata de poner orden en el caos, pero sin recursos, sin procedimientos estandarizados, sin medios, no puede funcionar, más aún por su carácter transversal”. Asimismo, destacó el valor de la veterinaria en la atención a colectividades animales, no solo individuos; el concepto “vivencia responsable” más allá de la mera tenencia, y la necesidad de dejar al margen en “factor emocional” en casos como las adopciones, “porque muchas familias vienen con unas expectativas que no se corresponden con la realidad de lo que es un animal”.
En la tarde del viernes, especialistas en EHE, tuberculosis y gripe aviar H5N1 abordaron su incidencia y evolución.Alberto Diez Guerrier, veterinario especialista en rumiantes, efectuó un completo repaso sobre la evolución de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en España desde 2023, fecha de su aparición, con una alta prevalencia en vacuno. Además de señalar las dificultades de desinsectar de modo eficiente en régimen extensivo para eliminar al mosquito Culicoides, vinculó la expansión de la enfermedad a los años secos, “porque hay mayor densidad de insectos y peores condiciones de salud del ganado, al comer menos. Aunque combatir la transmisión por vectores es muy complicado, hay que resaltar la utilidad de medidas como la vigilancia, el diagnóstico precoz y la limitación de movimientos”.
Ignacio García Bocanegra, catedrático del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba, disertó sobre la tuberculosis desde el punto de vista epidemiológico, “que por su carácter multihospedador tiene un carácter complejo e intervienen diferentes actores”. Proporcionó datos sobre su presencia en especies silvestres como jabalíes, cabras monteses o tejones e indicó que los puntos de agua representan el espacio donde se producen la gran mayoría de los contactos indirectos entre ganadería y fauna, lo que favorece los contagios.
La situación actual en el mundo de la Gripe aviar H5N1 fue analizada por la veterinaria y viróloga Elisa Pérez Ramírez, del INIA, quien fue narrando como desde 2020 hasta ahora se han confirmado saltos entre especies: aves de corral, aves silvestres, mamíferos como leones marinos o visones, hasta alcanzar a vacas lecheras en áreas como California. La investigadora manifestó su inquietud por el hecho de que los casos de influenza dejen de concentrarse en invierno para estar presentes todo el año, “lo que genera la lógica incertidumbre”.
La jornada concluyó con una mesa redonda sobre el veterinario de explotación, que según el RD de reciente aprobación queda a voluntad del ganadero. Beatriz Muñoz Hurtado, subdirectora general de Trazabilidad e Higiene Animal del MAPA, explicó lo fundamental es el asesoramiento continuado de los veterinarios privados a los ganaderos, en materia de sanidad, bioseguridad o manejo, “y esta figura ofrece una visión global al respecto. La voluntariedad no va a afectar al estatus sanitario de la cabaña y facilitar la adaptación del sector a la normativa”.
El vicepresidente nacional de Asaja, Juan Luis Delgado, señaló que “los ganaderos, que sabemos hacer nuestro trabajo, necesitamos sobre todo veterinarios clínicos que estén disponibles los 365 días del año para atender a nuestros animales, que ahora mismo no encuentran, por lo que habrá que buscar fórmulas para compensar a estos profesionales. Nadie duda que el veterinario en indispensable en nuestras explotaciones, pero no queremos más burocracia”.
El presidente del Colegio de Veterinarios de Cantabria y gerente de la Entidad de Control Lechero de esa comunidad, Fernando Ruiz Sarabia, apuntó que las funciones adscritas al veterinario de explotación se vienen efectuando en las granjas desde hace más de 40 años, y que “a veces al legislar se comete el error de encorsetar. Lo fundamental es que el trabajo conjunto de ganaderos y veterinarios da buenos resultados”, afirmó Ruiz Sarabia, que demandó un mayor esfuerzo en comunicación para contar a la sociedad la relevancia de esta labor.
Los veterinarios especialistas en protección animal que intervinieron en la jornada del sábado reiteraron las carencias que existen en España dentro de este ámbito, como el abandono que produce una altísima ocupación de centros y refugios, la notable cifra de perros sin opciones reales de adopción, la gestión de las colonias felinas con una perspectiva de perpetuación en el tiempo y la clasificación desfasada y arbitraria de los perros potencialmente peligrosos.
La primera ponencia del sábado corrió cargo de Álvaro Arévalo, veterinario y etólogo del Centro de Protección Animal de Ayuntamiento de Madrid, quien afirmo que la inclusión de ocho razas incluidas “potencialmente peligrosas” en la ley de 1999 se realizó con un “criterio poco objetivo, más bien arbitrario, porque cualquier perro de más de 20 kilos, por la configuración de su boca y su corpulencia, puede ser peligroso en caso de ataque. Por lo tanto, es una norma que estigmatiza ciertas razas y da una falsa seguridad a la población”
En su opinión, no existen perros agresivos, “sino individuos que responden de manera agresiva a determinadas pruebas u estímulos”. Esta tendencia se puede corregir mediante una socialización y manejo correctos, en situaciones cotidianas, y medir a partir de ahí el riesgo potencial del can como bajo, medio o alto, gracias a medios como las pruebas de conducta y test de sociabilidad.
Belén Muñoz López, veterinaria municipal de Benalmádena, describió las actuaciones de protección animal y salud pública que realiza a diario en esta localidad malagueña, con especial atención a la gestión de las colonias felinas. Según explicó, es preocupante que la ciudadanía entienda que “los ayuntamientos tienen la obligación de atender a los gatos que viven en la vía pública, ya que la calle no es un lugar adecuado para ellos. Hay que insistir en esta idea, porque la contraria parte de un planteamiento incorrecto”.
“Esa aceptación social de los gatos ferales y la falta de voluntad política para gestionar las colonias con el método CER, evitando que crezcan de forma exponencial, perpetúan un problema que supone un serio riesgo de salud pública. En Benalmádena ha habido plagas de pulgas originadas por las colonias”, apuntó la veterinaria, quien también se refirió a la conveniencia de colaborar estrechamente con los médicos de atención primaria en estos casos y apostar por la prevención, “que es fundamental y siempre más eficiente”.
Por su parte, la veterinaria clínica Susana Melero, del Centro de Protección Animal de Leganés, expuso con crudeza la situación de masificación que registran estas instalaciones, “porque la lacra del abandono no desciende; hay muchos perros que se tiran años en su chenil porque, por sus características, no tienen posibilidades de adopción; y también va en aumento el número de gatos que llegan y debemos esterilizar”.
Este triste panorama genera una “fatiga emocional evidente en nuestra profesión y demuestra el fracaso de las políticas de lucha contra el abandono”, señaló Melero, que defendió la importancia de educar a la población en tenencia responsable. En la mesa redonda posterior, que moderó Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Madrid, este se mostró partidario de reforzar la identificación para frenar estas cifras de abandono “y multar como se hace en cuestiones de tráfico y seguridad vial, porque llega un momento en el que las campañas de sensibilización son insuficientes”.
La humanización de los animales de compañía, un asunto muy recurrente en la actualidad, fue el eje de la mesa redonda posterior, en la que intervino Jaume Fatjó, doctor en Veterinaria y especialista en medicina del comportamiento, quien precisó que esta tendencia a “atribuir condiciones humanas a los animales no resulta algo nuevo, tampoco es exclusivo de los de compañía, y surge como consecuencia de nuestro pensamiento antropomórfico”.
A su juicio, los pequeños animales son para la sociedad actual un tipo de “comodón, porque unas veces te protegen, tú les proteges y, en todo caso, proporcionan apoyo emocional. Como ya advierten algunos autores, podemos estar en el inicio de la tercera domesticación del perro, dentro de una ética de cuidar correctamente a los animales”.
También participaron Elena García Callado, veterinaria de VetBonds, que puso especial énfasis en fomentar la formación en tenencia responsable y recordó que el “entorno urbano es poco amable para los animales”, y la educadora social Miriam Pérez Montero, quien se refirió a la creciente soledad de las personas en las sociedades modernas, “lo que obliga a establecer vínculos con los animales y nuevas habilidades”.
Antes de la clausura, se emitió un mensaje de agradecimiento de Karmele Llano, Premio OCV 2024 por su admirable trabajo defensa de la biodiversidad en Borneo y otras islas de Indonesia, y del modelo One Health, a través de la ONG Yasan Inisiasi Alam Rehabilitasi Indonesia, que no pudo recoger el galardón in situ. En su lugar, lo hizo Rufino Álamo, presidente del Colegio de Veterinarios de Valladolid.
En el acto de clausura tomaron la palabra Luis Alberto Calvo, presidente de la OCV; Felipe Vilas, presidente del Colvema, y Consuelo Serres, decana de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, quien subrayó el éxito de este tercera edición, “una cita muy necesaria, como se ha podido comprobar por el interés de las preguntas formuladas y el nivel de los trabajos expuestos”.
Las conclusiones fueron leídas por José Ramón Caballero, presidente del comité científico, del siguiente tenor literal:
Asimismo, se entregaron los reconocimientos a las mejores comunicaciones: