La justicia ha zanjado un caso de intrusismo profesional en el que estaban involucradas varias auxiliares trabajadoras de una clínica veterinaria de Medina de Rioseco, y que finalmente ha terminado con su completa absolución por parte del tribunal encargado de juzgarlas, en un fallo judicial que no solo exculpa a las acusadas sino que confirma la legalidad de las funciones desempeñadas por las auxiliares.
La controversia se originó a raíz de una denuncia interpuesta por un veterinario, motivada por vínculos personales con una exempleada y aprovechando un período en el que la veterinaria principal no se encontraba en la clínica. Las auxiliares fueron acusadas de realizar diagnósticos mediante WhatsApp, administrar vacunas y prescribir medicamentos. No obstante, la sentencia clarificó que, lejos de usurpar funciones, estas actividades correspondían a tareas rutinarias y a una teleconsulta supervisada por la veterinaria a cargo, ajustándose plenamente a las normativas legales.
El fallo subrayó que todas las acciones realizadas estuvieron bajo la supervisión remota de un veterinario, asegurando su adecuación a las prácticas estándares y desmintiendo cualquier violación legal. Esta decisión judicial no solo desestima las acusaciones sino que también reafirma el derecho de las trabajadoras a continuar con sus labores esenciales para el funcionamiento de la clínica y el cuidado animal.
Fuentes de la clínica veterinaria de Medina de Rioseco han declarado que este caso "resalta la necesidad de comprender claramente las leyes y competencias en la práctica veterinaria, para evitar malentendidos que pueden perjudicar profesiones y vidas". Además, añaden, "refleja la evolución y profesionalización del sector, reconociendo el papel creciente de los auxiliares de clínica veterinaria en los servicios clínicos y hospitalarios, un aspecto vital para la continuidad de la calidad en el cuidado animal".