Según se publica en la página web de la Universidad de Granada, del pasado día 3 de septiembre, informa de que un equipo del Departamento de Química Analítica cuya responsable es Ana María García Campaña, establecerá nuevas técnicas analíticas de detección de fármacos, fundamentalmente antibióticos, en alimentos de origen animal. Esto posibilitará la cuantificación e identificación de residuos de medicamentos de forma más rápida y eficaz.
García Campaña ha explicado que este proyecto de excelencia plantea el uso de técnicas de separación miniaturizadas, “porque se necesita menos cantidad de muestra a analizar” y son más respetuosas con el medio ambiente “al reducirse el consumo de disolventes orgánicos”. Además, los análisis son más rápidos y se pueden detectar múltiples compuestos con una sola prueba.
Los ensayos se han iniciado en grasas, hígado, riñón, leche y músculo de bovinos, porcinos, caprinos, equinos, aves, conejos e incluso salmónidos. Estos expertos van a utilizar técnicas de detección de restos y trazas de elementos ajenos como la electroforesis capilar y cromatografía líquida capilar y de ultrarresolución, acopladas con sistemas que permiten la detección de muy bajos límites de residuos, como la fluorescencia inducida por láser o la capacidad de identificación inequívoca de los residuos, como la espectroscopía de masas.
Los fármacos que se van a buscar son sulfonamidas y derivados de la diaminopirimidina; penicilinas, cefalosporinas, quinolonas, macrólidos, flurofenicol y compuestos asociados, tetraciclinas, ansamicina, pleuromutilinas, lincosamidas, aminoglucósidos y agentes antiparasitarios, como salicilanidas, benzimidazoles, derivados fenólicos, entre otros.