Un muestreo realizado por la Food Standars Agency (FSA) británica ha demostrado que la incidencia de Salmonella en la carne de pollo es menor año tras año, pero que sigue siendo elevada la presencia de la bacteria Campylobacter: Salmonella estaba en el 6% de las muestras; por el contrario, Campylobacter se detectó en el 65%.
El muestreo se realizó entre mayo de 2007 y septiembre de 2008, tomando 3.274 muestras de carne fresca de ave en los puntos de venta al detalle.