La diseminación de la Peste Porcina Africana (PPA) por explotaciones porcinas de toda Rusia ha llevado a las autoridades a considerar el cierre de dichas explotaciones para prevenir la expansión de la enfermedad que puede producir pérdidas de hasta 1 millón de cerdos, equivalentes a 50.000 toneladas de carne.
Para resolver este problema, el ministro de Agricultura va a proponer que todas las granjas cierren su producción.
De acuerdo a las cifras oficiales, las pérdidas económicas directas de la PPA podrían alcanzar los 600 millones de euros. Si la enfermedad se extiende más podría destruirse la producción de porcino del país y con ello el programa completo de desarrollo ganadero.
Según el ministro, “podrían aparecer nuevos brotes de PPA en aquellos lugares donde no hay protección veterinaria en las granjas y donde los protocolos de manejo no cumplen con la normativa sanitaria y veterinaria”.
La FAO ya ha expresado su preocupación al respecto, y según sus expertos la enfermedad podría extenderse a otras regiones, incluidas la Unión Europea, Europa del Este y el Mar Muerto.
Además, advierte que en el peor de los escenarios, puede extenderse incluso a Asia Central y China, que posee la mayor población porcina del virus. Además, puede hacerlo localmente y sobre áreas geográficas más amplias con el movimiento de cerdos infectados o productos porcinos contaminados.