La influenza A H1N1 ha tenido un mínimo impacto en la población mexicana gracias a una campaña de promoción por parte del gobierno y una unidad de la industria que ha repartido miles de muestras gratuitas de carne de cerdo.
El consumo se espera que aumente un 3,8% para fines de este año a 1.67 millones de toneladas, desafiando la caída del 4,4% que ha reportado el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Sin embargo, los productores de carne de cerdo no han escapado a los daños de la nueva gripe, con la mejora se inspiró la caída de precios. El precio medio de una res en la ciudad de México en agosto fue de 0.024 dólares la libra, un 21% menos que el año pasado.
Las importaciones se han vuelto cada vez más competitivas, con una "oferta suficiente" mundial de carne de cerdo, inspirado en parte por el impacto de los temores de la gripe H1N1 en los mercados de carne de cerdo extranjero, fomentando un aumento del 12% en las importaciones.