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En 1975, el International Studbook Comittee decidió comenzar con la tipificación sanguínea de los Sangre Pura de Carrera en el mundo. Desde entonces, ese procedimiento de laboratorio se ha usado en la verificación de parentesco con una eficacia del 97%, aproximadamente, para los SPC y de un 99% para los Cuarto de Milla.

En los seres humanos, desde hace suficiente tiempo como para conocer adecuadamente la técnica, se incorporó la tipificación del ADN en procedimientos de verificación de parentesco; de allí a usarla también para los animales hubo sólo un paso.

Actualmente, es la identificación genética preferida, necesaria, obligatoria y adoptada por todos los Stud Books que mantienen registros internacionales de caballos de carrera en el mundo.

Su aceptación se debió, entre otras razones, a la facilidad con que se obtienen las muestras (pelo del animal con sus raíces), a la simpleza del almacenamiento y al bajo costo de la tipificación.

Desde 1994 se sabe que el ácido desoxirribonucleico (ADN) es la molécula portadora de la información genética de cada individuo y está presente en cada célula nucleada del organismo. Analizar su secuencia, pues, significa poder conocer si este individuo proviene genéticamente de un indicado padre y madre.

La eficacia del método del ADN es del 99,99% y en la Argentina, por un convenio entre el Jockey Club (sede del Registro del Stud Book Argentino) y la Sociedad Rural Argentina (cuyo laboratorio es pionero y líder en tipificación para identificación de parentesco animal), se lo utiliza desde este año.

Si el anterior sistema de identificación también daba elevados porcentajes de seguridad, ¿por qué el cambio? Rápido hay que señalar que la brecha entre aquel 97% y este 99,99% de exactitud era una grieta importante, y ahora se está más cerca de la perfección.

También, la tecnología de la tipificación sanguínea se hizo vetusta, sus reactivos comenzaron a dejar de producirse. Fue superada por nueva tecnología, más simple, certera y barata. Por ejemplo, usted puede escribir perfectamente en la vieja Olivetti siempre y cuando consiga cintas para máquinas de escribir. Pero ahora todos usan los procesadores de texto. El mundo ha adquirido el método del ADN y la Argentina no puede quedar aislada.

Aquí, el plan es comenzar con tipificación por ADN en los productos nacidos en 2004, en las yeguas madres que parieron y en las que se sirvieron en 2004, además de los padrillos y los animales para exportación. En años siguientes se incorporará al resto del plantel de SPC, para que en un tiempo relativamente corto -acaso tres años-, todos los animales tengan su tipificación por ADN.

El procedimiento es de lo más sencillo, fácilmente comprensible. Todo comienza con una visita al Stud Book, donde a cada criador se le indicará cuáles yeguas madres y cuáles productos se tipificarán y se le entregarán sobres individuales donde colocar las muestras para el estudio. Las muestras se consiguen arrancando, de raíz, un mechón de entre 40 y 50 pelos de la crin del animal. Si se lo corta no sirve, pues se trata de obtener el denominado bulbo piloso; el que está en contacto con la carne.

Luego, los sobres con los pelos serán entregados al laboratorio de la Rural para su procesamiento. Los resultados, finalmente, contarán con validez internacional, toda vez que ese laboratorio tiene el aval de la International Society For Animal Genetics (ISAG), entidad que se ocupa precisamente de actualizar y fiscalizar este trabajo de cada laboratorio del mundo.

La actual conducción del Stud Book Argentino, ha trabajado y evaluado diferentes propuestas en los últimos tres años. La firma del convenio ha ratificado lo actuado y el procedimiento ya está en marcha. 99,99 por ciento de exactitud tiene el método del ADN para confirmar el parentesco en los SPC.

Desde el próximo 1° de julio se exigirá que todos los productos por exportar cuenten con el nuevo análisis filiatorio además de chequeo de ascendencia.

Fuente: Diario La Nación. 24/05/2005