Este nuevo desarrollo posiblemente podría evitar el sacrificio masivo de cerdos tras un brote de la enfermedad. Actualmente, una filial de la Universidad Católica de Lovaina está desarrollando el nuevo producto en un medicamento para ser comercializado, aunque esto pueda tomar algunos años.
El nuevo producto demuestra ser capaz de suprimir casi totalmente la replicación del virus y en gran medida evitar que los animales tratados propaguen la enfermedad a los animales no infectados y que conviven en el mismo corral.
Además, el producto permite tratar de forma preventiva a los animales sanos dentro de una zona de seguridad, para no tener que sacrificarlos. Se espera que el nuevo producto pueda limitar los brotes de peste porcina clásica sin el sacrificio masivo de animales.
Hasta el momento, si ocurre un brote de Peste Porcina en la Unión Europea se delimita una zona de seguridad con un radio de varios kilómetros en la que todos los animales vivos se sacrifican. En los Países Bajos, en 1997-1998, casi 2 millones de animales tuvieron que ser sacrificados, la mayoría de ellos eran animales sanos, lo que costó a la industria alrededor de 250 millones de euros.