El propietario de la granja de Zamora que resultó positiva a scrapie en diciembre, Jesús Ángel Tomás, ha informado de que esta mañana se han trasladado a un matadero para su sacrifico las primeras 300 cabras de esta ganadería, que cuenta con el 12% de las cabezas de caprino de la provincia de Zamora.
Aunque el ganadero aún no ha alcanzado un acuerdo con la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino sobre la indemnización que cobrará, al menos ha conseguido que, para que se aminoren las pérdidas, el vaciado de la explotación se lleve a cabo de forma escalonada.
La explotación ganadera se encuentra inmovilizada desde que el pasado 21 de diciembre la Junta de Castilla y León comunicó oficialmente el caso positivo de scrapie detectado en un animal que falleció en la granja dos semanas antes.
En un principio, las ayudas que concede la Administración por el sacrificio son de 102 euros por animal, cuando el coste real de cada cabra es de unos 500 euros, según las estimaciones del ganadero.
A juicio de Jesús Ángel Tomás, la normativa europea que obliga a sacrificar todos los animales de la explotación cuando aparece un caso de scrapie en una ganadería de caprino "no está bien hecha".
La explotación ganadera de Pozuelo de Tábara, de la que viven cinco familias, cría cabras de alto valor genético desde hace veinte años, un oficio que Jesús Alonso Tomás heredó de su padre y su abuelo, que también fueron cabreros.