Según informa Agrodigital, más del 50% de los novillos que fueron sacrificados en 2009 en Argentina se engordaron en cebaderos. Este sistema se ha impuesto al pastoreo, que hasta hace algunos años era el sistema de cría por excelencia en Argentina.
Los cebaderos se concentran en la provincia de Buenos Aires principalmente. Los tamaños van desde las 500 a las 20.000 plazas de cebo al mismo tiempo.
Este cambio en el sistema de producción tiene como aspectos positivos la sensible reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y una disminución de las emisiones de metano. Según la FAO, el 18% de las emisiones contaminantes las producen los rumiantes y ese porcentaje se eleva al 35% en el caso de Argentina. El aspecto negativo es la gestión de las deyecciones de los animales estabulados.