La enfermedad de la piel, conocida también como el ´mal rojo´ se manifiesta principalmente en cerdos. Asimismo la patología ha sido descrita en ovinos, bovinos y aves (pollos, pavos, gallinas, gansos y patos). En los seres humanos se manifiesta como Eripeloide, es raramente septicémica y no existe supuración, por lo general es localizada, dolorosa y corresponde a una inflamación eritematosa de color rojo - púrpura en los dedos y brazos.
El Servicio de Sanidad Animal neerlandés en un comunicado aseguró que los veterinarios y particularmente los agricultores, deben estar conscientes de los síntomas de esta patología para poder detectarla al comienzo.
En 2009, dos miembros del personal del Servicio de Sanidad Animal en los Países Bajos se infectaron con la bacteria. Por eso no hacemos más que destacar la importancia de tener conciencia de los síntomas, ya que varias profesiones tienen un mayor riesgo en contagiarse erisipela: los veterinarios, personal de la sala de sección, agricultores, trabajadores del matadero y el personal en la industria del procesamiento de pescado.
Las personas se infectan a través de pequeñas lesiones (heridas) en la piel, a menudo en las manos. No existe riesgo de contaminación por inhalación o consumo de carne o huevos. Los síntomas (picor) por lo general comienzan varios días después de la infección. La comezón se vuelve dolorosa y la piel se pone roja e hinchada. Cuando no es tratada, la infección puede diseminarse a través de los ganglios linfáticos y en algunos casos aislados puede causar una infección en las válvulas del corazón.
¿Tiene síntomas que se asemejan a los de una infección por la erisipela? Entonces es muy importante que vea un médico, asegura el Servicio de Sanidad Animal neerlandés. Debido a la baja prevalencia, la infección a menudo no es reconocida. Por ello es importante que los veterinarios y los agricultores estén alertas sobre los síntomas de la enfermedad. El tratamiento consiste en una terapia con antibióticos, por lo general la penicilina es el fármaco de elección; aunque en los pacientes sensibles a ella puede utilizarse eritromicina.