Julio Tovar, decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, ha sido el encargado de inaugurar la novena edición del Foro Pfizer de Sanidad y Producción Animal en la ganadería de la Dehesa, que se celebra durante los días 11 y 12 de abril en Cáceres y que cuenta con casi 250 veterinarios inscritos, procedentes de España y Portugal. La sesión inaugural ha tenido lugar en el salón de actos de la Facultad de Veterinaria.
Estaba prevista la presencia del director general de Pfizer Salud Animal, Juan Carlos Castillejo, pero finalmente los problemas ocasionados por la nube de cenizas del volcán islandés Eyjafjalla no le han permitido volar desde París. En su lugar, Pedro Martín, director de la Unidad de Negocio de Porcino, ha disculpado la ausencia de Castillejo y ha dado la bienvenida a los presentes.
La inauguración ha sido aprovechada por Luis Miguel Cebrián, presidente de la Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (ANEMBE), para invitar a los especialistas en vacuno a asistir al próximo congreso de la asociación que tendrá lugar en Granada en junio.
Sánchez-Vizcaíno advierte del peligro de las enfermedades emergentes y re-emergentes
El catedrático de Veterinaria del Departamento de Sanidad Animal de la UCM, José Manuel Sánchez-Vizcaíno, ha hablado en la primera charla del foro de las enfermedades emergentes y re-emergentes. Ha destacado dos como las que más están afectando actualmente a la ganadería radicada en las zonas de dehesa: la tuberculosis y la lengua azul, esta última con nuevos serotipos.
Además, ha advertido del peligro de que enfermedades animales muy graves que actualmente se dan en el norte de África lleguen a la península Ibérica, la enfermedad del valle del Rift, cuyo vector es un mosquito, o la peste de los pequeños rumiantes, que se contagia por contacto. Bien por el aire o a través de aves migratorias nos llegarán los agentes patógenos, ha dicho el catedrático.
Según Sánchez-Vizcaíno, el fenómeno de la globalización favorece la expansión de las enfermedades, ya que animales y personas en periodo de incubación de cualquier patología pueden viajar en muy poco tiempo por todo el mundo. El catedrático ha destacado que el 75% de las nuevas enfermedades son zoonóticas.
Por otra parte, la necesidad de producir alimentos para una creciente población obliga a cultivar o criar ganado en regiones donde antes no se hacía, lo que puede hacer que aparezcan nuevas enfermedades que hasta ahora habían permanecido circunscritas a esas regiones.
Además, el calentamiento global está favoreciendo que muchas enfermedades, como es el caso de la lengua azul en Dinamarca o Suecia, aparezcan en áreas en las que nunca se habían dado antes. En muy poco tiempo, el límite norte de aparición de esta patología se ha desplazado desde el paralelo 42 al 53, mucho más al norte. Además, el incremento de las temperaturas hace que los vectores sean más numerosos.
Sánchez-Vizcaíno ha hecho hincapié en que la fauna silvestre es la mayor fuente de nuevos patógenos, pero que los veterinarios han dejado de lado su estudio y otros especialistas se están encargando de ello. Conocemos todo desde el punto de vista ecológico y biológico, pero no desde el sanitario. En la dehesa el problema del contacto con la fauna silvestre se da todos los días, ya que es muy difícil separar al ganado de jabalíes, ciervos, etc.
Cuando aparece una nueva enfermedad, en la mayor parte de los casos lo que falla es la detección en el campo. Normalmente, el agente etiológico lleva meses actuando antes de que se recojan muestras y se envíen a un laboratorio de diagnóstico. Actualmente, ha recordado Sánchez-Vizcaíno, los diagnósticos pueden hacerse en cuestión de horas, gracias a técnicas como la PCR, y en poco tiempo más se puede determinar el origen del problema.
Respecto al objetivo de la actividad veterinaria ha sido muy claro: producimos alimentos, no animales, y nuestro fin es la salud humana, ha afirmado.
Antoni Dalmau. |
La dehesa en Extremadura | ||
El sistema de producción ganadera en la Dehesa es fundamental para la economía de la región extremeña, que cuenta con 10.732 explotaciones de vacuno extensivo (93% del total), 16.717 de ovino-caprino (82% del total) y 10.507 explotaciones de porcino (82% del total). Se trata de ecosistemas agrosilvopastorales únicos, cuyo futuro depende en gran medida de la mejora de la sanidad y fertilidad de los animales de abasto que la habitan, de establecer una carga ganadera óptima y de potenciar la comercialización y el marketing de los alimentos de calidad que se obtienen de la misma.
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