Los patógenos llegan al matadero en los contenidos intestinales o en las plumas de los animales, que pueden ser extendidos durante la masacre de los cadáveres. De ahí que lleguen a la cadena alimentaria y a continuación, los consumidores. Según un informe publicado por la IFER, Campylobacter fue detectado en el 62% de los 432 canales controlados. Asimismo, se detectó un 17,6% de Salmonella. En el 48,6% de los grupos de sacrificio, se detectó Campylobacter en el contenido intestinal de los animales. Las tasas de detección en los Estados Miembro tenían entre el 2 y el 100% para la detección en los intestinos y entre el 4,9 y el 100% para la detección de los cadáveres. Los valores obtenidos para Alemania fueron, por tanto, inferiores a la media de la Unión Europea. En toda la UE, el 15,7% de los cadáveres estaban contaminados con Salmonella. Los serovares más frecuentes fueron Salmonella infantis ySalmonella enteritidis; Sin embargo la detección de Salmonella infantis frecuentemente refleja el alto nivel de contaminación de los animales en un Estado miembro.
El estudio es parte de una investigación que se llevó a cabo en 2008 en todos los Estados miembros de la Unión Europea. Los resultados del estudio de la UE fueron publicados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).