Una nueva tesis doctoral muestra que la lluvia fuerte y las temperaturas medias por encima de 6 ºC durante el periodo de reproducción incrementan el riesgo de que los broilers se infecten por bacterias del género Campylobacter.
Se trata de la causa más frecuente en la actualidad de diarreas provocadas por bacterias en Europa. La carne de pollo es una de las principales fuentes de infección. La reducción del número de pollos infectados daría lugar a una menor incidencia de infección en personas.
En la tesis se estudiaron las zonas de Noruega en las que los grupos de pollos tienen el mayor elevado riesgo de infección. Algunas áreas en los condados de Hedmark y South Trøndelag fueron las de mayor riesgo de infección. El proyecto de investigación estudió, así mismo, un importante número de factores de riesgo, siendo los factores relacionados con el clima muy importantes.
El análisis incluyó mediciones diarias de temperaturas y precipitaciones correlacionadas con cada grupo de pollos. Los resultados de estos análisis revelaron que el riesgo de que el grupo de pollos se infecte por Campylobacter se incrementó sucesivamente según la temperatura media diaria alcanzaba los 6º C. Las precipitaciones fuertes durante el periodo de reproducción también contribuyeron a un incremento del riesgo de infección.
Los hallazgos relacionados con la temperatura son de particular interés, ya que estudios previos, por ejemplo en Dinamarca, han mostrado que las moscas ayudan a la introducción de la infección en el grupo de pollos, y las moscas están muy activas a temperaturas por encima de los 6 a 8 ºC. Una medida importante para prevenir la infección será, por tanto, evitar que las moscas entren en contacto con los pollos.
Así mismo, se demostró que las granjas que utilizaban sus propias fuentes de agua tenían mayor riesgo de infección que aquellas conectadas al suministro público. Esto indicaría que es importante que los broilers tengan acceso al agua de bebida de una buena calidad para evitar que resulten infectados. La fuente de agua de bebida es, especialmente vulnerable en momentos de fuertes lluvias. Las bacterias del género Campylobacter de la zona de alrededor de la explotación o de las granjas vecinas pueden ayudar a contaminar el agua.
Finalmente, también se presentaron los resultados de análisis denominados “agrupamiento en espacio y tiempo”, en los que se analizaron bacterias de este género tanto de humanos como de animales. Estos análisis demostraron que factores comunes en el medio ambiente afectan, probablemente, a la diseminación de la infección entre humanos y pollos.