La organización califica de “gran éxito” la última convocatoria de las Jornadas de Porcino de la UAB
90 inscritos y seis casos clínicos presentados en esta edición
“Con 90 personas inscritas y seis casos clínicos presentados, las Jornadas han tenido un gran éxito de participación y las intervenciones por parte del público han sido numerosas”. Éste es el balance de la organización de la decimotercera edición de las Jornadas de Porcino de la Universitat Autònoma de Barcelona, celebradas el pasado mes de febrero.
Uso de probióticos
Los probióticos presentan cierto potencial de actuación en situaciones concretas, pero los resultados son variables y dependen mucho de las expectativas que se tengan a la hora de utilizarlos. Además, es imprescindible un mejor conocimiento de la población intestinal. Ésta es la conclusión a la que se llegó en la mesa redonda de la sesión sobre el “Uso de probióticos”, en la que participaron Susana Martín, de la UAB, Montserrat Anguita, de la EFSA, y Luis Flores, de Trouw Nutrition.
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Susana Martín. |
Fundamento teórico“Los probióticos son un suplemento de microorganismos vivos que afectan de forma beneficiosa al animal hospedador, mediante una mejora del equilibrio microbiano intestinal”. Así comenzó Martín su ponencia sobre el fundamento teórico de los probióticos. Pero, ¿qué podemos esperar de ellos? En los lechones, la principal expectativa es la mejora del establecimiento de una flora microbiana robusta que permita reducir los problemas en el posdestete. En animales jóvenes y adultos se espera que optimice la respuesta en periodos de estrés para que la expresión del rendimiento sea máxima y haya mayor homogeneidad. Por lo tanto, “un probiótico es más un profiláctico que un terapéutico, es decir, es un facilitador del crecimiento, no un promotor”, afirmó Martín.
Martín quiso dejar claro que “no se discute el potencial de la utilización de microorganismos vivos en el pienso para mejorar la respuesta productiva de los animales, sin embargo, los resultados no son siempre los esperados”.
Aspectos legislativos y de seguridadMontserrat Anguita pertenece al Panel de aditivos y productos o sustancias de uso en la alimentación animal de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y explicó el protocolo de autorización de un probiótico.
Los probióticos son aditivos y actualmente, como tales, están legislados por los reglamentos el 1831/2003 y el 429/2008. El primero de ellos establece el proceso comunitario para autorizar y comercializar los aditivos, estableciendo normas de vigilancia y etiquetado. El segundo, crea las directrices para saber cómo preparar y presentar las solicitudes de autorización.
Para autorizar un aditivo, en este caso un probiótico, debe ser seguro y eficaz. La seguridad se verifica a partir de pruebas de tolerancia en los animales, de seguridad en el hombre y de contacto en los trabajadores. El efecto positivo que ejercen sobre los parámetros productivos debe demostrarse mediante tres estudios en los que los resultados sean positivos, con la mínima dosis recomendada y que hayan sido realizados en dos localizaciones distintas (una de ellas debe ser la UE). Por último, se debe tener en cuenta su compatibilidad de uso con sustancias con efectos microbianos.
Utilización práctica en porcinoLuis Flores, de Trouw Nutrition International, presentó algunas de sus experiencias sobre el uso de probióticos, tanto en campo como en condiciones experimentales, realizadas a lo largo de los años en diferentes situaciones laborales.
Como conclusiones destacó que se debe situar el punto de partida, la problemática o el objetivo, teniendo en cuenta todos los aspectos involucrados (nutrición, tipo de fórmula, sanidad, manejo, instalaciones, etc.). Son una herramienta útil para la mejora de los resultados zootécnicos, siempre dependiendo del escenario, fase productiva, dosis, etc.
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Marina Gispert y Antonio Velarde. |
Calidad de carne¿Qué se puede hacer para mejorar en la granja la calidad de carne? A esta pregunta respondieron dos investigadores del IRTA: Marina Gispert y Antonio Velarde.
Factores que intervienen“Hay que tener en cuenta las expectativas de los productores (rentabilidad), las expectativas de la industria (nichos de mercado, marcas, grasa, peso, etc.) y las expectativas del matadero (peso de canal, conformación, espesor de grasa, de magro, etc.)”, resaltó Gispert. Los factores que afectan a la calidad sensorial y tecnológica de la carne son la genética, la dieta, el sexo y los tratamientos
antemortem, que van a afectar al pH, a la capacidad de retención de agua, al color, a la textura, al veteado y a la composición de la grasa, y a la ausencia de olor sexual y de gustos y olores anómalos.
Gispert presentó trabajos en los que se estudiaban cada uno de estos factores y terminó por concluir que “existen alternativas para mejorar la calidad de la carne, pero hay que estudiarlas en profundidad porque hay diferentes resultados según los autores”.
Aspectos prácticosAntonio Velarde explicó que el sistema productivo intensivo establece unas condiciones rutinarias que confieren seguridad al animal, pero llega el momento del sacrificio y hay que transportarlo. “El transporte hace que la mortalidad aumente, que las enfermedades se agraven, que se incrementen las lesiones y que aumenten los defectos de la calidad de carne (PSE y DFD)”, insistó Velarde. “En definitiva, causa sufrimiento a los animales y afecta a la calidad del producto”.
La mortalidad aumenta porque los cerdos son de las especies ganaderas más sensibles al transporte, durante el cual aparecen problemas de hipertermia, se pueden dar ataques cardiacos y manifestarse todas las consecuencias del estrés.
El aumento de las enfermedades está causado precisamente por el estrés, que disminuye la capacidad inmunitaria de los animales. Además, el periodo prolongado de ayuno provoca un aumento del pH cecal y favorece el crecimiento de
Salmonella y su excreción a causa de una mayor motilidad peristáltica provocada por el estrés.
Por otra parte, la alta densidad de animales, un manejo brusco durante la carga y la descarga, un diseño inadecuado de las instalaciones y del camión o las peleas entre los cerdos, provocan un aumento de las lesiones.
Además, el genotipo y el estrés en el matadero, causan un aumento de ácido láctico en el momento del sacrificio que provoca carnes PSE (pale, soft and exudative). Las carnes DFD (dark, firm and dry) aparecen porque en el momento del sacrificio no hay suficiente glucógeno en el músculo debido al ayuno prolongado, al exceso de ejercicio, al manejo brusco que estresa, a la época del año (en invierno se producen más carnes DFD) y al sexo. El ayuno previo es necesario, ¿pero cuánto tiempo debe durar? Para Velarde, el ayuno óptimo es de 4-12 h hasta el inicio del transporte y de 16-24 h hasta el sacrificio, “ayunos más prolongados provocarán la movilización de las reservas grasas”.
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Joaquín Rubió. |
Premio Carlos Pijoan al mejor caso clínico para un problema causado por Haemophilus parasusisLa tarde del día 3 de febrero estuvo dedicada completamente a la presentación y debate de casos clínicos por los veterinarios de campo. El que resultó ganador del premio Carlos Pijoan que otorgan las Jornadas fue el presentado por Joaquín Rubió, de Valls Companys.
Rubió expuso el caso de una granja de 550 cerdas que trabajaba en bandas de tres semanas, situada en el pirineo leridano (zona de baja densidad porcina). La granja era positiva a
M. hyponeumoniae,
H. parasuis y
L. intracellularis.
Los propietarios adquirieron una nueva granja de abuelas de alta sanidad en la que se cambió la genética.. A los tres días de la mezcla de animales apareció un brote agudo de neumonía, con un 10% de bajas que afectó a primerizas recién llegadas. Se pensó en realizar un programa de adaptación más completo.
En el siguiente lote sucedió lo mismo: todos los animales enfermaron de golpe, apareció inflamación de la base del pabellón auricular, así como cojeras del tercio posterior. Los animales se trataron con doxiciclina y ácido acetil-salicílico durante 3-4 días y los síntomas remitieron. El tercer lote se medicó preventivamente con doxiciclina y ácido acetil-salicílico y se administró enrofloxacina a los animales dudosos. El proceso apareció igual, pero esta vez con un 3% de bajas. La situación mejoró y se mantuvo bajo control un año. Al cabo de este tiempo, en la granja de abuelas aparecieron problemas de abortos y bajas, y en las analíticas se detectaron anticuerpos de gripe, pero se investigó su presencia y resultó negativa. El problema estaba limitado a la cuarentena. Finalmente Joaquim Segalés, investigador del CReSA, visitó la granja, y tras observar la clínica y realizar dos necropsias, sospechó de H. parasuis, que se confirmó con el aislamiento laboratorial. Hipra fabricó una autovacuna para esta explotación que funcionó perfectamente.
Álvaro Aguarón (Laboratarios Syva), Yania Paz (Universidad de las Palmas de Gran Canaria), Ramón Muns (UAB), José Casanovas y Miquel Collell (Marco i Collell) también explicaron sus respectivos casos clínicos.
“El caso del veterinario de porcino al que le gustaban mucho las casos clínicos de las Jornadas de porcino de la UAB, pero no se atrevía a presentar uno” fue el caso que presentó Joaquim Segalés en clave de humor, para animar a los presentes a exponer casos en las jornadas del próximo año.
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