Investigadores británicos acaban de demostrar que la supervivencia de los priones causantes de scrapie en el medio ambiente puede ser una fuente de infección a largo plazo para las ovejas. Estos hallazgos de científicos del ADAS y sus colegas de la Universidad podrían indicar que el conocimiento previo de la infectividad de las encefalopatías espongiformes transmisibles (EET) está incompleto.
De acuerdo con los investigadores, la posible supervivencia de estos patógenos en el entorno – en campos o en edificios por ejemplo, puede ser una fuente de infección a largo plazo. Esto puede tener implicaciones para rebaños sanos que se trasladan a otras explotaciones supuestamente limpias después de casos previos de la enfermedad.
Las pruebas llevadas a cabo en una granja de ovejas con una historia detallada de scrapie endémico, revelaron la presencia de las proteínas causantes de la enfermedad en verjas metálicas, bebederos, comederos, estructuras de separación entre corrales, vallas de madera y de plástico, al menos tres semanas después de su último contacto con animales infectados. Sin embargo, en estructuras similares de otras granjas que se sabe que están libres de scrapie, no se detectó contaminación.
El aspecto clave de estas investigaciones es que falta información sobre los riesgos de la infección por EET puede estar incompleto. No se sabe si los niveles de contaminación ambiental que los científicos fueron capaces de detectar son suficientes para causar la enfermedad en animales expuestos, pero queda claro que es fundamental investigar más para poder responder a esta pregunta.
Gracias a los rigurosos controles sanitarios, los protocolos de bioseguridad y la implementación de programas de mejora genética selectiva en ovino, la prevalencia de las EET en la ganadería británica ha caído a niveles muy bajos, y estas enfermedades no suponen más una carga económica o epidemiológica para los productores del país.