Merck y Sanofi-Aventis explicaron en un comunicado conjunto el día 22 de marzo que van a mantener sus activos y sus actividades actuales separadas, y que no habrá penalizaciones para ninguno de los dos, de forma que cada uno asumirá los gastos que se deriven del proceso abierto con el anuncio del 9 de marzo de 2010 para crear una empresa conjunta.
La razón ofrecida para el abandono del proyecto es "principalmente en razón de la complejidad creciente de la puesta en marcha de la transacción propuesta a la vez por la naturaleza y el tamaño de las cesiones anticipadas, así como por la duración necesaria para el proceso de revisión por las autoridades de la competencia a escala mundial".
Sanofi-Aventis afirmó que sigue "fuertemente comprometida" con la actividad veterinaria y que continuará desarrollándola con la marca Merial, que el pasado año facturó 2.600 millones de dólares.
En la misma línea, Merck aseguró que se mantiene "muy comprometida" en el negocio de la sanidad animal de Intervet/Schering-Plough, cuyo volumen de negocios el pasado año fue de 2.900 millones de euros.