Un periodo de secado antes del parto de entre 6 y 8 semanas se considera normal en la mayoría de las granjas lácteas. Sin embargo, resultados recientes muestran que un acortar el periodo de secado, o incluso saltárselo, puede mejorar el estado sanitario de los animales al inicio de la lactación.
Según una investigación alemana el estatus sanitario mejora tras un periodo de secado más corto como resultado de una menor ingestión de alimento durante el parto y un pico de producción láctea menos fuerte. Esto supone un mejor balance energético de las vacas al inicio del periodo de lactación. Pero la producción láctea más baja es también un importante inconveniente cuando los ganaderos reducen el periodo de secado. Sin embargo, los científicos todavía piensan que merece la pena hacerlo, ya que la mejora en el estatus sanitario es mucho más importante que la menor producción de leche.
Los investigadores de la Universidad de Wageningen y de Utretch comenzaron esta investigación sobre la longitud del periodo de secado en el vacuno lechero, con el objetivo de evaluar dicha longitud desde la perspectiva de la salud del animal. Así mismo, estudiaron el efecto sobre la salud del ternero, la producción de leche, la persistencia y la economía.
Las expectativas de los investigadores es que acortando o saltándose el periodo de secado, el pico de producción lechera varía desde ocurrir justo tras el parto hasta el periodo antes del parto. Esto supone un mejor balance energético y una mayor salud de los animales, que puede disminuir la prevalencia de enfermedades como hígados grasos y problemas de fertilidad. Todas estas mejoras pueden conducir a un menor desvieje de las vacas y menor necesidad de uso de antibióticos al inicio de la lactación.