Científicos de la Universidad de Alberta (Canadá) han puesto a punto un sistema que permite transformar desechos y despojos de matadero en plástico, lo que ofrece una alternativa provechosa para utilizar todos estos productos que ahora suponen un problema de almacenamiento, transporte y destrucción. Esto incluye desechos peligrosos, como los MER.
El protocolo se basa en la utilización de agua a alta presión para romper las proteínas en sus componentes básicos, que pueden ser utilizados mediante otra reacción química para la producción de polímeros similares al plástico. El proceso da como resultado un polvo de color pardo, opaco y sin olor, que puede fundirse para darle la forma que se quiera. El resultado final es un material duro y flexible, más o menos dependiendo del número de veces que se somete al proceso químico. Además, aún pueden variar más sus características combinándolo con otros productos, como la fibra de vidrio.
Según datos aportados por los descubridores de este proceso se pierden unas 5.000 toneladas de desechos y despojos de vacuno semanalmente, que darían lugar a unas 3.500 toneladas del nuevo material plástico.