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Los productores de bovino españoles han reclamado un tratamiento específico para sectores vulnerables como la ganadería de vacuno de carne de calidad, con mayores ayudas que permitan el mantenimiento de un sector que aporta a los consumidores alimentos que certifican su calidad diferenciada.
El presidente de la Interprofesional de la Carne de Vacuno Autóctono de Calidad (Invac), José María Molina, ha asegurado que las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) son más necesarias que nunca en un contexto de altos precios de los cereales (el pienso de cebo se ha disparado un 45 % en el último año) y escaso valor del producto final.
Molina ha hecho hincapié en que los consumidores de hoy valoran las carnes de calidad, con sellos como denominaciones de origen o Indicaciones Geográficas Protegidas, que obligan a asumir costes de producción superiores, pero que en su decisión de compra pesa más el factor precio, según se desprende de los estudios de mercado.
De cara a la reforma de la PAC más allá de 2013, ha pedido que, como no es probable que el precio de la carne suba en el mercado, deberían mejorarse las ayudas de la "caja ámbar" para sectores vulnerables, como es el caso del vacuno, aumentando del 3 al 10% la ficha financiera, y un apoyo explícito a los ganaderos de razas autóctonas registradas en libros genealógicos.
En su opinión, las ayudas de la PAC deben primar la producción de carnes con distintos de calidad diferenciada respecto a otros "etiquetados facultativos" que proliferan en los centros de distribución bajo sus marcas propias que no dan garantías de los procesos de elaboración de las carnes.