La página web del Agricultural Research Service (ARS) publicaba el pasado 15 de noviembre la noticia de que uno de sus equipos ha demostrado que la pulpa y la corteza de los cítricos, concretamente la naranja, ayuda a reducir la presencia de Escherichia coli y Salmonella en el intestino de los rumiantes.
Diversos estudios previos ya habían demostrado que los cítricos proveen al ganado bovino una cantidad adecuada de fibra y vitaminas, y que sus aceites esenciales tienen un efecto antibiótico natural. Los nuevos datos obtenidos han demostrado la viabilidad de utilizar la pulpa de naranjas como una fuente de alimento para estimular la actividad antimicrobiana intestinal del ganado bovino. Así mismo, se ha comprobado que el consumo de corteza y pulpa de naranja es compatible con las prácticas actuales de producción en el bovino, que los come sin problemas de aceptación.
Uno de los mayores problemas de la pulpa y la corteza de naranja es su transporte, ya que contienen altos porcentajes de humedad y eso dificulta la tarea. Pero en estos últimos experimentos se ha procedido a su pelletización para evitar este contratiempo.
Uno de los experimentos de campo, llevado a cabo con ganado ovino, ha demostrado que la alimentación a base de pellets de corteza de naranja durante ocho días divide por 10 la cantidad de Salmonella intestinal en estos animales.