El salón de actos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ha acogido una jornada de modernización de la inspección de la carne en mataderos el día 16 de noviembre, organizada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y el Consejo General de Colegios Veterinarios de España.
El presidente de la AESAN, Roberto Sabrido, junto al del Consejo General de Colegios Veterinarios, Juan José Badiola, han apostado firmemente por la presencia del veterinario en los mataderos en el acto inaugural de la jornada. Ana Troncoso, directora ejecutiva de la Agencia, ha resumido al final de la misma las conclusiones más importantes:
- La actualización de la inspección de la carne no supondrá una gran revolución ya que el cambio importante se llevó a cabo con el paquete de higiene, donde ya existen medidas de flexibilidad. Se harán adaptaciones a los nuevos tiempos y debe hacerse con un enfoque integrado con la participación de todos los actores de la cadena alimentaria.
- La actualización debe basarse en un análisis de riesgos.
- El papel del veterinario oficial es esencial en el matadero para la seguridad alimentaria, la sanidad y bienestar animal.
- Los indicadores epidemiológicos armonizados permitirán clasificar granjas, establecer métodos y adaptar la inspección a la situación epidemiológica en cada Estado miembro. La inspección debe ser flexible y adaptada a los diferentes mataderos.
- Las actuaciones en la producción primaria son esenciales de cara a la seguridad alimentaria y debe integrarse de manera adecuada.
- Es fundamental la producción primaria en la evaluación de los indicadores epidemiológicos de cara a una inspección basada en el riesgo.
- Resaltar la importancia de la formación tanto de los veterinarios como de todo el personal asociado con el control.
- Es necesario llevar a cabo una revisión de las labores de control en toda la cadena en aras a una unificación, que de mas consistencia.
- Siguen siendo objeto de debate cuestiones como la posibilidad de utilizar sustancias descontaminantes para las canales, el control de los riesgos microbiológicos mediante guías de buenas prácticas y de APPCC, ampliar la flexibilidad actual de los reglamentos de higiene, la asunción de determinadas tareas por parte de los operadores económicos y por supuesto que las medidas que se establezcan permitan mantener las exportaciones.