Por segunda vez, los reguladores estadounidenses han restringido el uso de una clase de antibióticos en animales debido al potencial desarrollo de patógenos resistentes. La Agencia del Medicamento de ese país ( Food and Drug Administration, FDA) publica una reglamentación esta semana que prohíbe algunos de los usos comunes fuera de prospecto en el ganado que considera un riesgo significativo para la salud pública. Las cefalosporinas se emplean en gran medida en medicina, por ejemplo, en el tratamiento de la neumonía o en infecciones habituales en niños.
La norma se aplica sólo a ciertos usos fuera de prospecto en cuatro especies de animales productores de alimentos: cerdos, vacas, pollos y pavos. No es aplicable a su utilización fuera de prospecto en otras especies, incluidos los animales de compañía.
El uso fuera de prospecto hace referencia a la utilización de un medicamento en un modo que no ha sido aprobado de forma explícita por la FDA. Por ejemplo, un veterinario puede prescribir un antibiótico aprobado para el tratamiento de neumonía en vacuno para tratar una enfermedad diferente en una vaca. Esta es una práctica habitual y aceptada.
Bajo la nueva reglamentación, los veterinarios pueden continuar prescribiendo cefalosporinas al ganado para tratar enfermedades no indicadas siempre que el medicamento esté aprobado para las especies que se tratan y se siga la dosificación aprobada. Además, las cefapirinas no están cubiertas por la nueva reglamentación, porque la FDA opina que esta generación de cefalosporinas anterior parece no ser potencialmente peligrosa para la generación de resistencia antibiótica.
La FDA considera dos puntos de particular interés: elevadas dosis de ceftiofur administradas a vacuno lechero poco antes de ser enviado como descarte al matadero, lo que conlleva la violación de los residuos estándares de antibióticos en las canales; y la inyección de rutina de ceftiofur en pollos y huevos de pavo en criaderos comerciales. Ambos usos incrementan de forma significativa la exposición de las personas a bacterias resistentes al ceftiofur.
Los expertos aseguran que la resistencia al ceftiofur en muestras de Salmonella obtenidas de pollos, pavos, vacas y personas se ha incrementado en gran medida desde finales de los años 90. Aunque el ceftiofur no se emplea en Estados Unidos en medicina, las bacterias resistentes a este antibiótico suelen ser resistentes a otras cefalosporinas utilizadas para tratar enfermedades humanas.
La primera restricción al uso de cefalosporinas fue en 2008 y prohibió el uso fuera de prospecto en animales productores de alimentos sin excepción. Pero tras las protestas de veterinarios y de la industria farmacéutica, la FDA tuvo que reconsiderar su decisión.
La FDA aceptará comentarios a la nueva norma hasta marzo, que entrará en vigor en abril.