Los retos para lograr la seguridad alimentaria, afectada por la inflación y el cambio climático, protagonizan la XXXII Conferencia Regional de la FAO, que se está celebrando esta semana en Argentina.
Ministros de Agricultura y funcionarios técnicos de 32 países de Latinoamérica y el Caribe participan, en las reuniones técnicas del encuentro de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que fijará las prioridades para los próximos dos años. Según el director general de la FAO, “la inseguridad alimentaria existe en la región por un problema de acceso a los alimentos, el cual sigue siendo nuestro talón de Aquiles. Sobran alimentos, pero muchas veces no hay dinero para comprarlos”.
En este sentido, llamó a los gobiernos a reafirmar su compromiso con la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre 2025, una propuesta creada en 2005 que recibió el respaldo de todos los países de la región.
Según un documento sobre seguridad alimentaria presentado por la FAO a los países, América Latina y el Caribe deben lidiar con un nuevo nivel de los precios de los alimentos superior al de los últimos 30 años y también con una mayor volatilidad. Esta situación abre oportunidades para los agricultores, pero implica riesgos para los consumidores, según el informe distribuido a las naciones durante la conferencia. El documento de la FAO también sostiene que los cambios significativos existentes en las condiciones climáticas afectan la seguridad alimentaria de la región por medio de sus impactos sobre los componentes de los sistemas alimentarios.
Expertos de la FAO postulan que la creciente escasez de agua en algunas regiones requiere mejorar la eficiencia de su uso para la producción de alimentos, implementando técnicas para mejorar el riego y mantener la humedad de los suelos, la retención y almacenamiento de los recursos hídricos.
Según los expertos, “hoy gastamos mucho para producir: consumimos 1.500 litros de agua para producir un kilo de cereales y 15.000 litros para producir un kilo de carne, por lo que se debe avanzar hacia patrones más sostenibles de producción y consumo de alimento”.
El director de la FAO también instó a reducir los desperdicios de alimentos al advertir que cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos -aproximadamente un tercio de la producción anual- se pierde o se desperdicia cada año.