Juan Antonio Agüero Monedero, veterinario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, fue contundente en sus afirmaciones sobre el cumplimiento de la normativa europea de bienestar animal, en el marco de una jornada técnica organizada por la Asociación de Veterinarios de Porcino de Aragón el pasado 18 de abril en Zaragoza.
En su ponencia, Agüero desgranó los puntos en los que la Comisión Europea ha hecho especial hincapié e intentó aclarar algunas de las lagunas que persisten respecto a la aplicación de la legislación. Quedó claro que si bien la intención de las autoridades estatales y autonómicas es facilitar al máximo la adaptación de explotaciones de ganado porcino a las condiciones estipuladas, se va a ser estricto a la hora de comprobar la idoneidad de las instalaciones, y en ningún caso se contempla la posibilidad de solicitar una prórroga a la Unión Europea o establecer un plan de acción (como en el caso de las explotaciones de gallinas ponedoras, que pueden desviar los productos procedentes de naves no adaptadas a canales de distribución alternativos). Así que, para aquellas granjas que no cumplan los requisitos el día 1 de enero, la única salida es el cese de su actividad.
Entre las cuestiones más controvertidas de la ley, figura el espacio mínimo obligatorio por animal y la cuantificación de la superficie útil. Por ello, Agüero explicó que la Comisión considera que los comederos continuos a ras de suelo de hasta 25 cm. de profundidad se pueden contabilizar como superficie útil, pero no así el espacio de los cubículos en los sistemas que permiten el bloqueo conjunto de todos ellos. No obstante, sí se permite disponer de elementos de contención para los animales de forma individual, para efectuar tratamientos, etc.
Las estimaciones actuales hablan de que en España hay más de un 53% de las explotaciones que cumplen con la normativa europea de bienestar animal, y se prevé que el 100% lo hagan el 1 de enero de 2013. Según Agüero, hay un 37% de granjas que tienen que adaptarse, mientras que es probable que el 10% restante, de pequeño tamaño, acaben por cerrar.