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Se ha detectado un caso atípico de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) en una vaca lechera en California, aunque la Federación de Exportaciones Cárnicas de Estados Unidos (USMEF, por sus siglas en inglés) se ha apresurado a asegurar que no supone riesgo para la seguridad alimentaria, ya que el animal no fue llevado a matadero para consumo humano.

El caso fue confirmado por el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA, por sus siglas en inglés) el pasado 23 de abril y está siendo investigado, según informa GlobalMeatNews.com.

Según USMEF este caso no afectará a la clasificación del país en la lista de la OIE como “país de riesgo controlado”, o el acceso internacional al consumo de productos norteamericanos.

El mensaje más importante que las autoridades quieren transmitir es la seguridad de la carne de vacuno, y así le han hecho saber a sus contactos de todo el mundo a los que han confirmado que el hallazgo de este animal es una clara evidencia de que el sistema de seguridad de la carne de vacuno está funcionando. Este sistema fue implementado en 2003 en Estados Unidos tras un brote que tuvo graves consecuencias en la industria del vacuno y el comercio internacional. Las medidas incluyeron la eliminación de los materiales específicos de riesgo (MER) durante el procesado y la prohibición de su uso en alimentación humana o animal, y el constante seguimiento del ganado para asegurar que ningún animal de elevado riesgo es procesado para consumo.

Según el USMEF, los casos globales de EEB alcanzaron un pico en 1992, con 37.311 casos, pero los pasos seguidos por países de todo el mundo han disminuido enormemente la presentación de casos nuevos al mínimo. En palabras de la organización, “de los cuatro casos identificados a lo largo de estos años en Estados Unidos, un animal procedía de Canadá, y dos de los casos fueron clasificados como atípicos”.