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Con un programa en el que se incluyeron sesiones sobre la producción de pollos, de huevos y de pavos, sobre alimentación y nutrición, y una dedicada a avicultores principiantes, las Jornadas Profesiones de Avicultura reunieron a más de 1.000 asistentes durante el transcurso del I Salón Internacional de Avicultura y Ganadería (SIAG), que tuvo lugar en Sevilla del 8 al 11 de mayo.
Las conferencias de los días 8 y 9 de mayo se dedicaron en su totalidad a la producción de pollos, en las que se trataron los aspectos más importantes del sector: la bioseguridad, la alimentación, la optimización de la producción, la patología y la reproducción e incubación.
La avicultura del futuro
Santiago Bellés (SADA, Valencia) apuntó las claves de lo que será la avicultura del siglo XXI: “Las granjas serán de control automatizado, con importantes medidas de bioseguridad (asignatura pendiente del sector en estos momentos) y autosuficientes energéticamente”, explicó.
Afirmó que las naves tendrán alrededor de 1.800 m2 y no habrá límite en el número de naves por granja. “Estas explotaciones estarán manejadas por granjeros formados, profesionalizados y apoyados en las nuevas tecnologías”, aseguró Bellés. Así mismo, destacó que la selección genética se enfocará más hacia el bienestar y la sostenibilidad, por lo que el incremento de los índices productivos se frenará. Esto resultará en un producto cuyo destino será una sociedad que en Europa se mostrará cada vez más exigente y urbanita, con poca confianza en el sector ganadero, y un consumidor que reclamará productos saludables, con variedad de presentaciones y con buena relación calidad/precio.
Nutrición de pollitas y ponedoras comerciales
Gonzalo González Mateos (UPM) comenzó diferenciando y citando las áreas de interés económico en la ponedoras y las pollitas: “En las ponedoras las áreas de interés económico son el consumo voluntario, el índice de puesta y de mortalidad, el tamaño y la calidad de la cáscara del huevo, y el desarrollo de la flora digestiva y de la molleja. En las pollitas de recría son el desarrollo corporal, óseo y muscular, el consumo voluntario, el peso vivo y el desarrollo del aparato digestivo”.
González repasó las particularidades digestivas de las pollitas de recría: la velocidad de tránsito rápido (por lo que se precisan materias primas nobles para su alimentación) y la función de palpación que posee el pico (por lo que es muy importante la textura del pienso). Respecto a las ponedoras, recalcó que adaptan bien su consumo a los cambios de energía moderados y que el tamaño del huevo no precisa exceso de energía, proteínas o ácido linoleico.
La cama de los broilers
Para Gonzalo Arellano (Agrícola Arenas) la calidad de la cama está definida por su humedad, por lo que el objetivo es mantenerla entre un 20-25%. Respecto a los materiales de cama, citó como buenos las virutas de madera y la cascarillas de arroz. Como no tan buenos señaló la madera picada, porque puede contener restos de palés, objetos punzantes, etc.; el serrín, porque provoca problemas respiratorios; y la paja picada se apelmaza.
La sesión de patología
El bloque sobre patología lo inició Roser Dolz (CReSA) con una presentación sobre la hepatitis por cuerpos de inclusión en la que describió el brote que tuvo lugar en España durante el 2010 y el 2011. En cuanto a la situación epidemiológica mundial, aseguró que, desde la descripción de la enfermedad en los años 60, ha habido casos en todo el mundo.
El manejo del pollo como causa de algunas patologías fue el tema abordado por Manuel Pizarro (Facultad de Veterinaria de Madrid), quien repasó todos los puntos claves de manejo, haciendo hincapié en la preparación de las naves, el manejo de los pollitos, la crianza y la recogida de los animales.
Alfonso Carbonero (Facultad de Veterinaria de Córdoba) trató la actualidad y el futuro de la campilobacteriosis. “Campylobacter jejuni y C. coli son las bacterias que se aíslan frecuentemente en pollos, pero que no desempeñana ningún papel patógeno; la enfermedad se aborda exclusivamente por cuestiones de salud pública”, puntualizó. Y es que la campilobacteriosis es una toxiinfección alimentaria causada por la contaminación cruzada con carne de pollo cruda que afecta principalmente a individuos menores de cinco años, en verano. Según Carbonero, el futuro pasa por la puesta en marcha de planes de lucha obligatorios frente a Campylobacter.
El reportaje completo estará disponible en el número 156 de la revista Albéitar, correspondiente al mes de junio de 2012. A partir del 1 de junio podrá consultarse el ejemplar online en http://albeitar.portalveterinaria.com/seccion/142/ALBEITAR-ONLINE-GRATIS/