Esta tecnología, libre de antibióticos, consiste en extraer los anticuerpos de la yema de huevo de gallinas libres de patógenos o de gallinas hiperinmunizadas, a las que se les ha administrado una vacuna que contiene organismos patógenos inactivados. Estas aves presentan una mayor inmunidad y producen una gran cantidad de anticuerpos.
Un grupo de investigación, liderado por Hyun Lillehoj, inmunóloga del Servicio de Investigación Agrícola (ARS), ha demostrado la eficacia de la inducción de inmunidad pasiva en aves jóvenes, que no presentan ninguna protección inmediatamente después de la eclosión, frente a la coccidiosis.
La coccidiosis es una de las enfermedades más importantes en la avicultura en la actualidad, que le cuesta a la industria avícola mundial alrededor de los 3 millones de dólares, ya que las aves no absorben alimentos ni ganan peso.
Los tratamientos utilizados para reducir la propagación de la enfermedad incluyen las buenas prácticas de gestión y las vacunas vivas. Sin embargo, esta alternativa, libre de antibióticos, es de especial relevancia para combatir las cepas resistentes o para los avicultores ecológicos.
Para la realización del trabajo se alimentó a pollitas de un día con pienso mezclado con polvo de yema de huevo procedente de gallinas hiperinmunizadas con múltiples especies de Eimeria, parásito que causa la coccidiosis. Posteriormente los pollos se expusieron a los coccidios y se observó que los que habían recibido la yema de huevo ganaron más peso y excretaron una menor cantidad significativa menor de Eimeria en las heces. Además, las aves que recibieron el tratamiento presentaron menos lesiones intestinales.