Cinco de los seis brotes, que se han detectado en Rusia, han aparecido en la región de Tver, al noreste de Moscú, según han informado fuentes oficiales. Así mismo, las autoridades del país han mostrado su preocupación y han puntualizado que en este momento es imposible saber el número de cerdos que tendrán que sacrificarse debido a los brotes o cuándo se conseguirá frenar la propagación de la enfermedad.
El brote de peste porcina africana en la región de Volgogrado, al este de Ucrania y al norte de las montañas caucásicas, se identificó durante las pruebas laboratoriales de muestras tomadas de cerdos domésticos que habían muerto. Las autoridades sanitarias han hecho hincapié en que ya se han tomado las medidas necesarias en esta región para acabar con el brote y evitar la diseminación de la enfermedad.
Sin embargo, el jueves pasado, el servicio federal señaló que en la región de Tver las medidas adoptadas para combatir los brotes habían sido insuficientes. Se cree que la cuarentena no se ha aplicado todavía a todas las áreas, por lo que se va a solicitar que todas las regiones de la Federación Rusa tengan la obligación de rastrear el virus de la PPA en verracos procedentes de la caza y prohibir el uso de la carne de estos animales sin los resultados del examen sanitario veterinario.
Por otro lado, Sudáfrica ha informado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) que los brotes de peste porcina africana detectados a principios de este año se han contenido y erradicado.