Agustín Estrada es Profesor de Parasitología y Zoonosis de la Universidad de Zaragoza, especializado en patógenos transmitidos por garrapatas y el cambio estacional. En esta entrevista nos explica las principales razones por las que actualmente están en expansión y cómo el veterinario debe ayudar a los propietarios de perros y gatos a protegerlos todo el año.
Como experto en garrapatas, ¿cuáles son los vectores más importantes en España?
Las especies de interés veterinario varían según la geografía. España es un país climáticamente muy variable y eso condiciona la presencia de cada especie. Andalucía y la cuenca mediterránea, por ejemplo, tienen garrapatas activas durante todo el año. Sin embargo, en el norte de España encontramos diferentes ejemplares con distintos hábitos.
Las más ampliamente distribuidas son las que pertenecen al grupo de especies Rhipicephalus sanguineus, prácticamente en toda España, porque en muchos casos viven asociadas a las perreras. Eso las hace “independientes” del clima externo. La mayor variedad de especies, sin embargo, se encuentra en el norte húmedo y fresco: Dermacentor reticulatus (quizá la más importante y restringida a las zonas septentrionales más frías), Ixodes hexagonus e Ixodes ricinus.
¿Por qué se está dando un aumento de la aparición de estos vectores?
Por una serie de razones que en algunos casos están relacionadas entre sí, como son:
Las garrapatas (sobre todo Rhipicephalus sanguineus) pueden vivir en los jardines privados. Esto implica una alta parasitación en las mascotas y un alto riesgo para los propietarios, por la capacidad de transmisión de patógenos.
¿Qué medidas de prevención son las más eficaces?
Se debería pretender siempre por parte de los veterinarios una protección personalizada para cada animal, según su aptitud, su actividad y las circunstancias en las que vive. Los veterinarios no deberían prescribir sistemáticamente el producto que “está de moda”. Se debe de trabajar en la forma de aplicación, desde el collar a los masticables, o combinando con otros productos que actúen contra mosquitos o flebotomos. Lo ideal es una protección combinada de repelencia junto con la eliminación de las garrapatas que consigan atravesar la barrera de repulsión. La repelencia es lo mejor porque evita que las garrapatas lleguen al animal.
Es normal (y así se debería transmitir a los propietarios) que se observen garrapatas muertas (y secas) sobre el perro, o que se vean garrapatas en el suelo de la casa. Eso no es un indicio de que la protección sea pobre, sino todo lo contrario: las garrapatas están muertas o han sido expulsadas del perro.
¿Cuándo conviene aplicarlas con mayor intensidad?
Actualmente en España deberían aplicarse durante todo el año. La tendencia del clima está provocando que las garrapatas puedan estar activas durante todo el año, incluso en invierno. Sin embargo, este hecho también debe ser analizado por los veterinarios. Es necesario recordar que Dermacentor reticulatus tiene una actividad puramente invernal, mientras que otras especies mantienen su actividad durante todo el año en latitudes meridionales. Sin embargo, en las zonas más frías de España, la actividad se puede ver interrumpida en los momentos más fríos del año. Estos hechos deben ser considerados por los veterinarios. Nuestros compañeros clínicos son los únicos que pueden transmitir este mensaje a los propietarios y decidir siempre el tratamiento (o prevención) más adecuado para cada mascota y circunstancia. El veterinario tiene un compromiso con sus clientes y debe ayudarles a proteger, tanto a sus animales de compañía como a quienes viven con ellos, todo el año. La salud de la mascota es la salud de la familia.
Natalia Sagarra - Portal Veterinaria