Un equipo de investigadores del Ontario Veterinary College (OVC) están trabajando con 10 universidades de veterinaria estadounidenses como miembros del consorcio de ensayos de oncología comparativa de los Institutos Nacionales de Salud (NIH). El grupo fue creado para realizar ensayos clínicos en perros de compañía que desarrollan osteosarcoma de forma natural, como este ensayo para una nueva terapia inmunológica.
Con la esperanza de trasladar los resultados del estudio a pacientes humanos con osteosarcoma, esta investigación subraya un principio básico de One Health, es decir, la relación entre la salud humana y animal y su entorno compartido.
“El osteosarcoma es muy similar en perros y personas”, señala el Dr. Paul Woods, oncólogo veterinario y ex-codirector fundador del Instituto de Investigación Comparativa del Cáncer de la Universidad de Guelph, del Departamento de Estudios Clínicos. "Si podemos mostrar una mejora en el cuidado de una especie, entonces eso puede traducirse en ayudar a las otras especies también".
El osteosarcoma afecta comúnmente a las extremidades, como las piernas, en perros y personas jóvenes. El tratamiento es similar: cirugía, quimioterapia y, ocasionalmente, radioterapia. Sin embargo, aunque este tratamiento generalmente alivia el dolor causado por el tumor, desafortunadamente a menudo no detiene la propagación o la metástasis a otras áreas del cuerpo. Los individuos típicamente mueren debido a metástasis en órganos críticos, como el corazón o los pulmones.
Para abordar este problema, los investigadores de la Universidad de Pensilvania desarrollaron una vacuna de bacterias atenuadas. Utiliza bacterias modificadas genéticamente para entrenar al sistema inmunológico para reconocer y atacar un objetivo (HER2 /neu) que a menudo se sobreexpresa en el osteosarcoma con el objetivo de tratar de detener o retrasar la metástasis.
El NIH está llevando a cabo un ensayo clínico de la vacuna en 11 facultades de veterinaria en Norteamérica. Se incluyeron a 80 perros con osteosarcoma en el estudio y se les administró la vacuna, además de la atención estándar (amputación y quimioterapia). Actualmente, los perros están siendo monitorizados a través de exámenes físicos de rutina y radiografías de tórax para determinar si la vacuna está prolongando con éxito su vida útil.
Woods señala que un aspecto fascinante de esta enfermedad es su similitud entre especies, a pesar de la significativa diversidad genética. Los perros que desarrollan osteosarcomas abarcan una variedad de razas como Rottweilers, Golden Retrievers y Gran Daneses. Cada raza es genéticamente diversa, y esa diversidad solo aumenta entre especies, para los humanos. “Si comparas osteosarcomas de perros con los de los humanos, no podrías distinguir fácilmente de qué especie provienen”, afirma Woods.
Para conocer más información sobre el trabajo del Instituto de Investigación Comparativa del Cáncer haga click en este enlace.
Novel immune therapy may hold promise for human and canine cancer patients. University of Guelph.