Los parasitólogos y diferentes organismos, incluido el Consejo Científico Europeo sobre parásitos de animales de compañía (ESCCAP), ya habían mostrado su preocupación por la posible importación de Brucella canis, su propagación entre los animales y sus cuidadores, y su establecimiento en el Reino Unido.
Este fin de semana salió a la luz un caso de transmisión de B. canis de una hembra gestante cruce de Pastor Alemán importada en marzo a su cuidadora, Wendy Hayes, de 61 años, de Stoke-on-Trent, en el condado de Staffordshire. La perra sufrió un aborto a los tres días de llegar y la cuidadora, tratando de salvar a los cachorros, tuvo contacto con los fluidos y la sangre. Más tarde fue hospitalizada durante más de dos semanas y se le diagnosticó que había contraído B. canis, mientras que sus cuatro perros, tres de los cuales también se habían contagiado, tuvieron que ser eutanasiados.
B. canis es una enfermedad de notificación obligatoria y una de las que preocupaba al gobierno británico cuando decidieron suspender las importaciones comerciales de mascotas de Ucrania y los países vecinos en abril.
Según los informes, el caso de Wendy Hayes y sus perros es el primero que involucra la transmisión de B. canis de perro a perro y de perro a humano en el Reino Unido.
El veterinario Ian Wright, director de las guías de ESCCAP del Reino Unido e Irlanda, pide, junto con muchos otros compañeros, que las pruebas de B. canis sean obligatorias en todos los perros importados.
“Suponiendo que sea exacto, este sería el primer caso confirmado de alguien que contrae B. canis en el Reino Unido de su perro y el primer caso de transmisión de perro a perro en el Reino Unido. Es una historia trágica y temíamos que sucediera, ya que se han identificado casos en perros importados. El riesgo zoonótico es bajo pero, como demuestra este caso, muy real", explica Wright.
"Idealmente, las pruebas deberían ser obligatorias para los perros importados desde países endémicos, pero hasta que esto suceda, lo más importante que pueden hacer los veterinarios es recomendar a los dueños de mascotas y organizaciones benéficas realizar estas pruebas", afirma Wright, y añade que "los veterinarios, auxiliares y propietarios también deben conocer los signos clínicos relevantes, incluidos la infertilidad, el aborto, la endometritis, la epididimitis, la orquitis y el edema escrotal. También pueden presentar una amplia gama de afecciones no reproductivas, que incluyen uveítis crónica, endoftalmitis, discoespondilitis, linfadenitis, letargo, intolerancia al ejercicio, disminución del apetito y pérdida de peso”.
Compulsory testing call following UK’s first dog-to-human Brucella canis case. Vet Times.