La nueva campaña de Ultima destaca el papel de los animales como transformadores para las personas que comparten sus vidas con ellos: la convivencia y los cuidados vuelven más responsables, alegres, cariñosos, activos y tolerantes a sus tutores. En definitiva, nos hacen más humanos.
Con un guiño a aquella famosa película en la que un perro diminuto –entre otros personajes– inducía un profundo cambio interno en un vecino solitario y gruñón, haciéndolo sociable y solidario, el vídeo que encabeza la nueva campaña de Ultima recuerda el poder de los animales para mejorar la vida de las personas que los cuidan.
Definimos nuestra sociedad actual como deshumanizada. Nuestro estilo de vida, o el abuso de dispositivos digitales, especialmente en entornos urbanos, nos aísla de las relaciones sociales. Para entender el efecto que ejerce el cuidado de los animales domésticos, especialmente los perros y los gatos, la marca Ultima, en colaboración con la Fundación Affinity, ha elaborado el estudio Más Humanos – El poder de los animales.
Entre sus conclusiones, se encontró que 9 de cada 10 encuestados afirmó que hacerse cargo de un perro o un gato ha mejorado algún aspecto de su carácter, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad. La convivencia y el cuidado los hizo sentirse más responsables, alegres o felices, cariñosos, activos, tolerantes, empáticos, generosos, amables y mejores personas que antes de tener animales.
El 75 % de los participantes encontró apoyo emocional en sus compañeros animales y un 74 % tenía una visión más positiva de la vida, gracias a sentirse más acompañados con una mayor oportunidad de socializar. Este efecto fue más notable en los más jóvenes, que vieron reducidos los tiempos dedicados a los dispositivos digitales.
Desde la psicología, este impacto se explica como la necesidad que impone el animal de gestionar rutinas y horarios de cuidados que repercute de forma positiva en el propio tutor, quien a su vez se siente útil, especialmente si está atravesando una etapa de especial dificultad. Los resultados son coherentes con los obtenidos en el estudio de J. Fatjó y J. Bowen, que evaluaron el impacto de los cuidados de los animales de compañía en momentos de crisis, como durante la pandemia de COVID-19.
Como vemos en estos datos, los animales de compañía juegan un papel fundamental para brindarnos un mayor bienestar. Nuestro valor como veterinarios en esta sociedad más sensible hacia ellos es indiscutible, pues su bienestar físico y conductual depende en gran medida de nuestra actuación profesional.