María Luisa Fernández Miguel, presidenta del Colegio de Veterinarios de Tenerife y responsable del Área de Animales de Compañía de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), fue una de las ponentes del II Congreso Internacional de Sanidad y Bienestar Animal que se celebró la pasada semana en Córdoba. Su charla estuvo centrada en las implicaciones que la entrada en vigor de la nueva Ley de Protección y Bienestar Animal, el 29 de septiembre, va a tener para los veterinarios, que como ella misma señaló, aparecen mencionados 71 veces en esta normativa.
María Luisa Fernández recordó que durante el último año y medio la OCV ha mantenido conversaciones sobre la tramitación de la ley y su aprobación, y en ellas se basó para desarrollar su charla, así como en las aportaciones de numerosos veterinarios “que han mostrado un gran interés por esta normativa”.
Entre los puntos de la ley que pueden resultar conflictivos para el trabajo diario de los veterinarios, María Luisa Fernández destaca el de la aplicación de la eutanasia. “Los veterinarios clínicos nos enfrentamos a ella con mucha asiduidad, y necesitamos tener las manos sueltas para poder hacer el tipo de trabajo que estamos realizando”.
La primera directriz es intentar sacrificar lo menos posible y llegar al máximo en los tratamientos, “pero todos los tratamientos tienen un coste y no todo el mundo puede asumirlos”, recuerda María Luisa Fernández. “Cuando no se pueda asumir ese coste, ¿vamos a dejar que un animal sufra por esa falta de medios económicos de su propietario?”, se pregunta. “¿O vamos a comprometernos como veterinarios practicando una eutanasia a un animal del que no sabemos realmente si su propietario tiene medios económicos para mantenerlo?”. Tal y como concluye María Luisa Fernández, “es un tema complejo”.