Mike Valera es un veterinario, consultor y coach para otros profesionales veterinarios con una amplia experiencia sobre temas relacionados con la gestión de clínicas veterinarias, como demuestra en esta entrevista donde comparte sus observaciones sobre los desafíos que enfrentan los propietarios de centros veterinarios en términos de administración.
Para aquellos que deseen obtener más información sobre cómo mejorar la gestión de sus clínicas veterinarias, Valera ofrece su página web, donde proporciona detalles sobre sus servicios como coach y consultor. Recientemente ha lanzado también una newsletter semanal que aborda temas como ventas, marketing, fidelización y coaching, cuestiones que aborda también desde su perfil de Instagram.
Uno de los puntos clave que destaca Valera es la falta de formación en gestión en la profesión veterinaria. Mientras que los veterinarios se forman en medicina interna, cirugía y oftalmología, la gestión no suele ser parte del plan de estudios en las universidades. Esto crea una brecha significativa, ya que muchos propietarios de clínicas veterinarias no están preparados para administrar eficazmente sus negocios.
Uno de los errores más comunes que Mike Valera observa en la gestión de clínicas veterinarias es la fijación inadecuada de precios. En lugar de calcular los costos reales y agregar un margen de beneficio, muchos veterinarios establecen precios comparándolos con otros en el mercado. Este enfoque puede llevar a pérdidas financieras significativas. Como señala Valera, "si tenemos mal puestos los precios no nos pueden ir bien las cosas”.
Además, otro error frecuente es el lanzamiento de nuevos servicios sin realizar un estudio previo de su rentabilidad. Esto puede dar como resultado la oferta de servicios que no son rentables para la clínica. También menciona el problema de la compra de aparatos diagnósticos costosos sin una evaluación adecuada de su rentabilidad, lo que puede llevar a pérdidas financieras.
En cuanto al impacto de la situación económica actual y la competencia corporativa en las clínicas veterinarias, Mike Valera enfatiza que las clínicas bien gestionadas pueden competir con las grandes corporaciones. Aquellas que ofrecen una atención personalizada y cuidan el historial del paciente pueden sobrevivir y prosperar en este entorno competitivo, afirma. Sin embargo, las clínicas mal gestionadas pueden enfrentar dificultades para mantenerse a flote.
Un tema crítico que Mike Valera aborda es el estrés en la profesión veterinaria, y recuerda que entre los libros que ha publicado hay uno sobre gestión del estrés en centros veterinarios y ofrece formaciones y charlas sobre este tema. Destaca que los veterinarios tienen un índice de suicidio dos o tres veces mayor que otras profesiones, lo que subraya la necesidad de abordar este aspecto crucial de la salud mental.