Las autoridades de la Ciudad Autónoma de Melilla han confirmado un nuevo caso de rabia en un perro, lo que eleva a tres el total de casos registrados en lo que va de 2024. El diagnóstico fue ratificado el pasado 6 de septiembre por el Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud Carlos III.
El animal, un perro mestizo de aproximadamente 11 meses que no había sido vacunado contra la rabia, fue interceptado el 1 de septiembre cuando cruzaba la frontera desde Marruecos. La Guardia Civil avisó a los servicios de recogida de animales, quienes lo trasladaron al Centro de Acogida y Observación. Al poco tiempo de su ingreso, el perro comenzó a mostrar síntomas de la enfermedad, como agresividad, ladrido afónico y pérdida de coordinación. Su estado se deterioró rápidamente, falleciendo el 3 de septiembre.
Tras su muerte, se enviaron muestras al laboratorio, confirmándose días después la presencia del virus. Por el momento no se han reportado ataques a personas o animales por parte del perro.
La Consejería de Políticas Sociales y Salud Pública ha instado a cualquier persona que haya tenido contacto con el animal entre el 1 de septiembre y días anteriores, o que tenga información sobre su procedencia, a que acuda a las instalaciones de la Dirección General de Salud Pública. Asimismo, piden a quienes tengan constancia de que el perro pudo haber mordido a otros animales que lo informen cuanto antes.
En este momento, Melilla se encuentra en nivel 1 de alerta por rabia, lo que implica medidas de control y vigilancia reforzada, así como la delimitación de áreas específicas para evitar la propagación de la enfermedad. Las autoridades recuerdan la obligatoriedad y gratuidad de la vacunación antirrábica anual para perros, gatos y hurones mayores de tres meses, y recalcan la importancia de no interactuar con animales vagabundos o aparentemente enfermos, recomendando contactar con la Policía Local en caso de avistarlos.