Investigadores veterinarios han desarrollado una técnica innovadora para medir el pulso en reptiles, específicamente en la pitón bola (Python regius). Esta técnica permite obtener la frecuencia del pulso en la arteria temporoorbitaria, ubicada en la parte posterior de la cabeza, proporcionando una medición que concuerda con la frecuencia cardíaca. El hallazgo tiene el potencial de revolucionar los exámenes cardiovasculares en reptiles.
Hasta ahora, no existía un método estandarizado para obtener la frecuencia del pulso en reptiles, un aspecto clave en la evaluación cardiovascular. En el estudio, los investigadores registraron tanto el pulso como la frecuencia cardíaca de 40 pitones bola de diferentes tamaños y edades, con pesos que oscilaban entre 0,05 y 2,2 kg.
Los investigadores utilizaron un detector de flujo Doppler ultrasónico estándar, un instrumento común en las clínicas veterinarias. Los resultados mostraron que el pulso temporoorbitario y la frecuencia cardíaca eran prácticamente idénticos, con una media de 60 latidos por minuto y una diferencia promedio de solo 1,2 latidos. Además, ambas mediciones fueron sincrónicas cuando se registraron al mismo tiempo.
El estudio destacó que esta técnica es aplicable a pitones bola de cualquier tamaño, lo que la convierte en una herramienta versátil para los veterinarios. Al obtener el pulso en la arteria temporoorbitaria, se facilita una evaluación cardiovascular completa y menos estresante para los reptiles, especialmente en especies como tortugas y serpientes que suelen ser difíciles de manejar.
Además, este nuevo método responde a la creciente demanda de propietarios de reptiles por atención médica avanzada, permitiendo medir el pulso de manera rápida y precisa, incluso en animales que están bajo anestesia o se encuentran a la defensiva.
Este descubrimiento ofrece a los veterinarios una herramienta útil para evaluar el sistema cardiovascular de los reptiles, con beneficios claros en la práctica clínica. Aunque el estudio se centró únicamente en serpientes sanas, la técnica promete ser una opción eficaz para la evaluación periférica del pulso en diversas especies de reptiles.