Un estudio realizado en el noreste de Italia revela datos clave sobre la prevalencia de zoonosis en animales de refugios, destacando la necesidad de una vigilancia constante para mitigar riesgos epidemiológicos.
Los refugios para perros y gatos callejeros se han identificado como puntos estratégicos en la prevención y control de enfermedades zoonóticas. La reciente investigación llevada a cabo evaluó la epidemiología de diversos agentes zoonóticos conocidos, desatendidos, potenciales, emergentes y re-emergentes en 389 gatos y 257 perros alojados en refugios públicos y colonias felinas.
Los resultados del estudio arrojaron datos significativos sobre la prevalencia de enfermedades zoonóticas en esta población de animales. Mientras que se confirmaron cifras elevadas para zoonosis bien establecidas, como Leptospira (44,3 % en perros) y Bartonella henselae (70 % en gatos), también se identificaron patógenos raros o solo potencialmente zoonóticos, como el ortorreovirus mamífero (MRV) y el rotavirus A. Estos hallazgos son particularmente relevantes debido al desconocimiento actual sobre la capacidad de estos microorganismos para transmitirse a los humanos.
Además de los datos de prevalencia, la investigación integró aspectos médicos y de gestión organizacional de los refugios. Esto pone de manifiesto la necesidad de comprender mejor la diseminación de microorganismos emergentes y desatendidos, especialmente en contextos de interacción humano-animal, donde los riesgos aún no están completamente confirmados.
Según los investigadores, estos resultados subrayan la importancia de implementar programas de vigilancia epidemiológica más amplios, actualizados y enfocados en agentes zoonóticos emergentes. Asimismo, destacan la urgencia de capacitar al personal de los refugios para identificar y mitigar los riesgos asociados, reforzando el papel de estos espacios como puntos clave en la protección de la salud pública.