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Manejo y diagnóstico laboratorial de las efusiones en perros y gatos


Rodrigo De Vivar González, Santiago de la Puente Herráiz, Lara Méndez Rodríguez Centro de Investigación y Análisis Biológicos (Madrid). www.ciab.es

Las membranas que revisten los órganos se forman por dos hojas tisulares: una interna o visceral y otra externa o parietal. Estas hojas delimitan unos espacios virtuales que, en condiciones normales, tienen una moderada cantidad de líquido seroso. Estos espacios, llamados cavidades serosas, y estos líquidos que sirven para favorecer el rozamiento entre ambas hojas según el movimiento del órgano que envuelven son: la pleura, el pericardio y el peritoneo.

Cada una de las hojas tisulares se forma por un epitelio simple de células aplanadas o cúbicas que se llama mesotelio, sostenido por un estroma fibroelástico con vasos sanguíneos, linfáticos y nervios. Cuando, por alguna patología, se acumula líquido en alguna cavidad, hablamos de derrame.

Los tipos de derrame son:
  • Ascitis: acumulación de líquido en la cavidad peritoneal.
  • Empiema: acumulación purulenta localizada en la cavidad pleural.
  • Hemotórax: sangre en cavidad pleural.
  • Hemopericardio: sangre en la cavidad cardiaca.
  • Hemoperitoneo: sangre en cavidad peritoneal.


Condiciones generales
Es importante establecer si una acumulación de líquidos ha sido provocada por una exudación o una trasudación, ya que hay una diferencia en las respuestas terapéutica y etiológica que provocan dichos procesos. Generalmente, un trasudado típico se distingue con facilidad de un exudado típico, pero en muchos casos los líquidos son exudados o trasudados modificados, con ciertas características de ambos y, como consecuencia, se dificulta el reconocimiento del proceso etiológico.

Toma de muestras
Siempre que sea posible, se deberán tomar al menos 10 ml, extraídos lo más asépticamente posible. Esta cantidad debería ser suficiente para determinar la densidad específica y la concentración.

Para el examen microscópico sería conveniente tomar una porción de la muestra en un tubo E.D.T.A. (anticoagulante), ya que los exudados pueden coagular. Así se podría realizar el recuento total de células nucleadas y el examen citológico.

Otra parte del líquido puede almacenarse en un tubo de suero para realizar el análisis bioquímico (glucosa, colesterol, triglicéridos, proteínas totales albúmina, etc.).

Otra se puede guardar en un medio de transporte estéril para realizar un estudio bacteriológico.

Además, se deberá tomar una muestra de sangre periférica para efectuar las pertinentes pruebas bioquímicas.


Trasudados
Son acumulaciones de líquido debidas a un aumento de la presión hidrostática o a una disminución de la presión oncótica del plasma. Las causas incluyen enfermedades cardiacas –como insuficiencia cardiaca congestiva–, enfermedades hepáticas –como la cirrosis–, enfermedades renales –como el síndrome nefrótico o fallo renal por hipoalbuminemia–…. Clásicamente, en una efusión abdominotorácica las proteínas, sobre todo, y la celularidad se utilizan para distinguir los trasudados puros de los modificados y de los exudados.

Son de color claro, serosos, amarillentos, el coágulo espontáneo no se observa, la densidad suele ser inferior a 1.017 y el valor de las proteínas totales es inferior a 3 g/dl. Además, el recuento celular es bajo (inferior a 1.500 células/µl). El fondo de estos líquidos suele ser limpio. Pueden existir células mononucleares, como los macrófagos, los linfocitos pequeños, células mesoteliales, y algunos neutrófilos no degenerados.

Trasudados modificados
Si la densidad es superior a 1.017, las proteínas totales son superiores a 3 g/dl y el recuento celular supera el número de 7.000 células/µl, se habla de un trasudado modificado.

Son de menor especificidad diagnóstica. Aparecen típicamente en procesos caracterizados por una presión hidrostática y capilar elevadas. Es el caso de la insuficiencia cardiaca congestiva y de la obstrucción de venas o vasos linfáticos provocada por masas intratorácicas, o cuando el trasudado puro ha permanecido mucho tiempo en la cavidad correspondiente.

Entre el 10 y el 25% de estos dos tipos de líquidos pueden presentar sangre macroscópica debido, principalmente, a una punción traumática.

Exudados
Los exudados son consecuencia de un daño mesotelial o endotelial de los vasos, causado por diferentes procesos de tipo inflamatorio, infeccioso, neoplásico o enfermedades concretas como artritis reumatoide.

Las características principales de los exudados son: el líquido puede estar opaco, turbio, purulento y puede estar asociado a una inflamación séptica o no séptica. Su densidad es superior a 1.017, las proteínas totales son superiores a 3 g/dl, si hay mucho fibrinógeno coagula espontáneamente; además, puede haber numerosas células nucleadas, más de 7.000 por microlitro (se puede llegar hasta 50.000 o incluso más). Las bacterias por lo general están presentes.

Los neutrófilos son las células predominantes en los exudados inflamatorios; si la inflamación es secundaria a un proceso bacteriano, predominan los neutrófilos degenerados. En ciertos casos el exudado se desarrolla debido a una abundante exfoliación de células de un tumor, en cuyo caso aparecen células neoplásicas o linfocitos pequeños.


Quilotórax
El quilotórax hace mención a la efusión de líquido en el espacio pleural y puede aparecer en perros y gatos a cualquier edad. Es el aumento de líquido linfático que proviene del intestino y presenta un alto contenido en quilomicrones. Como los quilomicrones son lipoproteínas con un elevado nivel de triglicéridos, este tipo de efusiones tienen un aspecto lechoso que después de una centrifugación no se aclara.

Etiología
Los quilos se forman debido a una obstrucción en el flujo linfático o como consecuencia de una dilatación del conducto torácico (linfangiostasia); también se pueden deber a la presencia de tumores, insuficiencia cardiaca derecha, traumatismos, infecciones, presencia de dirofilarias, y además pueden ser idiopáticos o espontáneos.

Característica de los derrames quilosos
  • Color: desde blanco lechoso hasta rosa si hay hematíes. En animales anoréxicos o bien que no están ingiriendo lípidos, los líquidos pueden ser opacos.
  • Olor: los líquidos lechosos son inodoros.
  • Celularidad: en los estadios iniciales de la efusión, el tipo de célula que predomina es el linfocito pequeño, con pocos neutrófilos; más adelante aparecen más neutrófilos sin signos degenerativos y, en las fases más tardías, aumenta el número de macrófagos y el de células plasmáticas que conforman el revestimiento seroso de la cavidad pleural. El incremento de polimorfonucleares es debido a la inflamación que se provoca por toracocentesis repetidas. El quilo no se considera irritante, pero en algunos casos puede originar una reacción inflamatoria.
  • Bacterias: el quilo tiene carácter bacteriostático, por lo que no suele haber infección bacteriana y, cuando ésta se presenta, es un efecto secundario a la toracocentesis.

Ciertos derrames quilosos pueden no presentar aspecto lechoso ni predominio de linfocitos pequeños. Una buena manera de identificarlos es cuantificar los niveles de colesterol y triglicéridos, tanto en el suero como en el líquido.

En los quilos verdaderos el nivel de triglicéridos es superior en la efusión y menor en el suero, mientras que la concentración de colesterol es menor en la efusión y mayor en el suero.

Los derrames quilosos pueden dar positivo con la tinción Sudán III. En el quilo verdadero y tras reposo, se puede observar la presencia de quilomicrones en la superficie del líquido.

Derrames pseudoquilosos
Este tipo de efusiones puede presentar aspecto lechoso, pero no contienen quilo (tabla 2). El color blanco es como consecuencia de los desechos celulares como colesterol, lecitinas/globulinas. De todas maneras, como las efusiones pseudoquilosas son poco frecuentes en perros y gatos, no están bien caracterizadas.


Derrame hemorrágico
De color rojo a granate, con abundancia de eritrocitos no lisados y se suele ver sangre no coagulada de color vivo. Muy importante la relación entre el hematocrito del líquido y el hematocrito de sangre periférica. Si ambos son similares en su valor consideramos una patología de sangrado activo en ese momento en el tórax; si el valor es inferior, puede haber otras causas. Si es provocado por inflamación, se observa una marcada elevación de PMN con algunos macrófagos, y también hay eritrofagocitosis.

Su etiología más común es:
  • Traumatismos graves, fractura costal y contusión pulmonar.
  • Tumores.
  • Torsiones, tanto de hiato de diafragma como de lóbulos pulmonares con ruptura esplénica o hepática.
  • Coagulopatías por sustancias químicas tóxicas, como los raticidas, o debidas a hemofilia.


Bibliografía

Texbookofveterinaryhistology. H-Dieter.

Pleural effusion. In EttingerSJ, Feldman EC (cels), Nelson OL.

Abdominal effusion. InFord RB. Bunch SE.

Pericardialdisease. Thomas WP.

Le laboratoire en cliniquevétérinaire. M.D. Willard.

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