Sara Gamo. Universidad de Zaragoza
El agente etiológico de la parvovirosis canina pertenece a la familia Parvoviridae. En la actualidad se acepta que existen dos tipos de parvovirus canino, antigénicamente diferentes: uno de ellos apatógeno, conocido como MCV o parvovirus canino tipo I, y otro patógeno llamado parvovirus canino tipo II. Este último es altamente resistente.
La principal puerta de entrada es la oral, aunque se considera oronasal.
Signos clínicos
Se puede presentar como dos formas clínicas diferentes:
![]() |
(Foto: Sxc.hu) |
Caso clínico | |||||||||||||||||||||||||||||||||
Se presenta en la consulta de urgencias un cachorro de Setter Inglés, macho, de cuatro meses de edad y 9,2 kg de peso. El animal llega apático, depresivo y con un grado de deshidratación importante. Se le hace la exploración oportuna, y se observa un cuadro febril (40,2 ºC), mucosas pálidas, persistencia del pliegue cutáneo, ojos hundidos y tiempo de rellenado capilar mayor de 3 segundos. El animal lleva cuatro días con anorexia, vómitos y diarreas que se han agravado en las últimas 24 horas. El dueño nos presenta las heces en un recipiente; el color sanguinolento y el característico olor nos hacen sospechar de parvovirus. Se le realiza el hemograma oportuno con el resultado que aparece en la tabla. Los datos nos indican que el animal tiene un sistema inmunitario bajo mínimos, además de presentar una azotemia prerrenal (según los valores de la albúmina y el BUN), debida a la deshidratación.
Tratamiento El dueño decide no ingresarlo, y se hace una terapia de consulta:
|