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Emilio Gil hace una valoración de la situación vivida por la industria de sanidad y nutrición animal en España durante 2013. Ha sido un año complicado pero aun así, a falta de cifras definitivas, parece que el sector ha vuelto a cerrar en positivo un ejercicio más.

Con la llegada de 2014 es hora de analizar 2013. ¿Cómo ha evolucionado el sector desde su llegada a la presidencia de Veterindustria?

La evolución de nuestro sector tanto en 2012, en mi paso de vicepresidente a presidente, como en 2013, ya como tal, ha sido sin duda positiva teniendo en cuenta el entorno socioeconómico en el que nos encontramos.

Con 1.100 millones de facturación, el crecimiento del 3,71 % en 2012 fue significativo, pero a falta de las cifras definitivas en 2013 hemos acusado el impacto de un aumento del IVA en el sector de animales de compañía. Este ha sido un año realmente duro para todos que prevemos cerrar con un 0 % a -1 % aunque con evolución positiva en los últimos meses, algo muy alentador a la vista de las perspectivas que teníamos a inicios del año y envidiable en el entorno de crisis generalizada.

La buena evolución en términos generales de la ganadería española, en particular del sector porcino, y también nuestra actividad exportadora, que significa hoy ya más de un 30 % del total, han ayudado de forma positiva a nuestra evolución.

En el reverso de la medalla, encontramos un obstáculo importante con el cambio de la normativa del IVA en el verano del 2012 sobre todos nuestros productos, pero también y sobre todo del IVA para los profesionales veterinarios dedicados a animales de compañía. Para este colectivo el IVA pasó del 8 al 21 %, lo cual ha tenido un impacto muy negativo que continúa hoy y que redundará en una caída en el año 2013 de casi el -10 % en este segmento, a pesar de la mejoría que ha ido mostrando en los últimos meses.

¿Cuál es la posición de Veterindustria en el tema del IVA?

El veterinario es el único profesional sanitario que tiene gravada su actividad con este impuesto. Otros profesionales como médicos, odontólogos, enfermeros o farmacéuticos están totalmente exentos de IVA en su actividad profesional. A nuestro entender no puede considerarse un lujo llevar a un animal de compañía al veterinario ya que se trata de un acto en defensa de la salud pública, tanto la de sus propietarios como la del resto de ciudadanos. ¿Es un lujo desparasitar o vacunar de rabia a nuestro perro? La respuesta no tiene opciones.

A esto que hay que añadir que más del 75 % de las enfermedades de reciente aparición son zoonóticas, transmisibles de los animales al hombre.

Aun en el caso de que la tenencia de un animal de compañía se considerara un lujo, lo cual no es posible en multitud de circunstancias como en geriatría, terapias afectivas, vigilancia, etc., podría ser lógico gravar su compra o su tenencia pero en ningún caso considerar un lujo su cuidado sanitario, cuyo cumplimiento debe ser fomentado y velado en defensa de la salud pública.

¿Han hecho algo al respecto?

Desde el mismo cambio de la normativa IVA en septiembre 2012 nos pusimos en marcha de inmediato. Hemos colaborado con quien está legitimado para defender los intereses del colectivo veterinario, que es el Consejo General de Colegios Veterinarios, tanto en la presentación de la enmienda a la normativa como en los contactos con los principales grupos parlamentarios para que la enmienda fuera apoyada en la ley de presupuestos de 2014.

La solicitud es que el impuesto pase a ser de nuevo del tipo reducido, ahora del 10 %. La enmienda fue rechazada, al igual que la totalidad de los centenares de enmiendas presentadas a esta normativa, y es que desgraciadamente Hacienda no parece estar por la labor de rebajar por ahora la presión fiscal ni en este y ni en otros campos.

Entre otras acciones hemos mantenido también entrevista con la ministra de Sanidad Ana Mato y altos cargos del ministerio de Sanidad en las que en este tema la sintonía fue clara. Si el gobierno está dispuesto a considerar en el 2015 la aplicación de IVA reducido a alguna actividad, esta debe ser sin duda candidata de primer orden.

¿Cómo puede afectar que productos como antiparasitarios para perros y gatos de nuevo puedan venderse legalmente en los comercios especializados?

La lucha contra los parásitos no es un tema en absoluto sencillo. Hay que conocer bien sus ciclos de vida, cuáles son las moléculas de elección en cada caso, cómo emplearlas a veces de forma simultánea sobre el animal y sobre el entorno, cómo elaborar planes preventivos, su planificación... los productos sólo son una parte de la solución. A la vista de los planes de estudio y formación, está claro que el único profesional sanitario realmente preparado que conoce las enfermedades, las medicaciones y sus tiempos, sus incompatibilidades, etc., es el veterinario.

Por ello, si bien la reciente Ley 29/2006 sobre garantías y uso racional de los medicamentos reconoce los comercios especializados como canal para los productos exentos de prescripción, en el futuro se debería contemplar la intervención del profesional veterinario en la dispensación, junto con el resto de canales ya contemplados, pues puede perfectamente garantizar el óptimo uso de los múltiples y diversos recursos terapéuticos disponibles hoy. Conseguir esta modificación es otro frente en el que estamos colaborando con la organización colegial veterinaria.

Ello supondría además converger con la legislación vigente de la mayoría de países de la Unión Europea, como Alemania, Reino Unido, Francia, etc., que reconoce desde hace décadas el papel del veterinario en la dispensación a sus pacientes bajo su custodia de la medicación que les sea necesaria.

¿Esta decisión puede condicionar la supervivencia de los centros veterinarios especializados en animales de compañía?

Los centros veterinarios especializados en animales de compañía en España tienen un muy alto nivel y están reconocidos por los propietarios de mascotas, ya que su labor es fundamental para garantizar su salud y la de las familias que las acogen como un miembro más; no obstante, en el ámbito de la Unión Europea no se ve razón para que su actividad no se homologue a la de sus colegas de países como los que he mencionado, cuyo modelo viene funcionando con éxito desde hace décadas.

¿Qué mensaje le gustaría lanzar a los veterinarios?

Como profesionales sanitarios al servicio de la sociedad su misión es muy importante; incluso en numerosas posiciones mucho más trascendente que otras profesiones sanitarias muy reconocidas. En ningún caso su labor es un lujo.

¿Qué ocurre si un veterinario en una línea de un matadero no reconoce un lote de cerdos con triquinosis, o deja de vacunar a un perro de rabia, o no previene adecuadamente una teniasis zoonótica?

Los representantes de los colectivos veterinarios tienen y pueden desempeñar un papel clave a la hora de defender los intereses de sus colegiados, asociados o miembros, pero estos a su vez deben ser los primeros en acudir y requerir a sus asociaciones y legítimos representantes la defensa de sus competencias y sus derechos. De hecho, el mensaje más claro sería que no renuncien a nada que legítimamente les pertenece, y que nada viene dado si alguien no lucha por ello.

¿Qué movimientos deberían seguirse este año para que el sector continúe avanzando con paso firme en el mercado nacional e internacional?

El sector está sin duda en un buen momento, a pesar de la incidencia del IVA este año. La inversión que desde hace años estamos realizado las empresas en I+D+i, que ha pasado del 7 a más del 10 % de su facturación está dando sus frutos. La recompensa es la expansión internacional, que hoy significa casi 400 millones de euros de facturación y el principal vector de crecimiento sectorial. Innovación e internacionalización son sin duda las claves de futuro de nuestro sector.