Un trabajo llevado a cabo por científicos de la Universidad de Cornell, publicado en Veterinary Ophthalmology*, es el primero que comprueba que la microscopía confocal de la córnea in vivo es beneficiosa en caballos. El investigador responsable del grupo, Eric Ledbetter, comenzó por adaptar la técnica en gatos y perros y en este proceso descubrió dos enfermedades oculares nunca antes diagnosticadas en estos animales. Después, ha sido el primero en utilizar la técnica en caballos.
El autor explica a TheHorse que “los caballos tienen unos ojos muy prominentes y viven en ambientes donde es fácil que sufran traumatismos oculares”. Ledbetter añade que estos animales desarrollan sobre la superficie ocular con relativa frecuencia problemas para cuyo diagnóstico la microscopía confocal resulta muy útil. Un ejemplo son las infecciones por hongos, que por los métodos tradicionales tardan de 10 a 14 días en poder diagnosticarse, mientras que con el protocolo puesto a punto en Cornell el diagnóstico se hace de forma inmediata observando los cambios que se producen en las imágenes tomadas mediante microscopía confocal en los animales que sufren la infección respecto de los sanos.
La técnica de microscopía confocal, además, se ha validado comparándola con las usadas tradicionalmente para el diagnóstico de problemas oculares en el caballo, biopsia y examen citológico posterior e histopatología, con excelentes resultados.
* Ledbetter, E. C., Irby, N. L. and Schaefer, D. M. W. (2014), In vivo confocal microscopy of corneal microscopic foreign bodies in horses. Veterinary Ophthalmology. doi: 10.1111/vop.12139